Camagüey– El Ballet de Camagüey, fundado el primero de diciembre de 1967, bajo la guía de Vicentina de la Torre, y dirigido desde 1997 por Regina Balaguer Sánchez, es la primera compañía clásica creada por la Revolución en Cuba.
Los antecedentes del ballet clásico se remontan a los primeros años del Siglo XX, a través de Gilda Zaldívar Freyre, -cuñada de Julio Antonio Mella-, quien con su obra y empeño marca hito en la cultura camagüeyana y cubana.
La continuidad de aquellos esfuerzos los materializa Vicentina de la Torre, fundadora del Ballet de Camagüey y maestra de muchas generaciones de bailarines.
El programa debut en el Teatro Principal, incluyó las obras, La fille mal gardée, Las Sílfides, y el Pas de trois del primer acto del Lago de los Cisnes; repertorio ampliado desde entonces con más de 200 piezas clásicas y contemporáneas.
En 1975, asume la dirección general el maestro Fernando Alonso, fundador de la Escuela Cubana de Ballet y pedagogo de gran prestigio mundial, quien logra el perfeccionamiento técnico y profesional de la compañía.
La jornada por los 55 años del Ballet de Camagüey está dedicada a tres de sus figuras destacadas, la maestra fundadora Hilda Martínez de la Torre; la bailarina y profesora Liuba Corzo Ojeda y la Directora general de la compañía, desde hace 25 años, Regina Balaguer Sánchez.
Los recuerdos de la maestra Hilda Martínez de la Torre, conocida cariñosamente como Lila, profesora, y ensayadora en activo; y sobrina de Vicentina de la Torre, rescatan la memoria de la compañía.
“Mi tía era una mujer sencilla, muy dedicada; estricta como directora; pero muy humana, pues ayudaba a niños y jóvenes, cuyas familias no tenían recursos para pagar los entonces costosos estudios de ballet.
“Ella tenía un método muy práctico para la enseñanza; antes no existía el video ni las tecnologías actuales, no se podían grabar las clases; y ella dibujaba en libretas los pasos, movimientos y líneas del escenario para los ensayos. Llevo en mi trabajo diario cada una de sus enseñanzas”.
Actualmente, la Academia de las Artes de Camagüey, donde también se enseña ballet, lleva el nombre de Vicentina de la Torre; y sus profesores, como Acela Piña Montoya fueron bailarines de la compañía.
“He podido seguir la trayectoria el Ballet de Camagüey, cada etapa marcada por el crecimiento y la impronta de sus directores; y hoy desde el plano de la Academia, reconozco la participación de la vanguardia artística en el claustro, para la formación de los jóvenes quienes después se convierten en los bailarines de la compañía”.
Para Shirley Suárez Huerta, una de las actuales figuras principales, “ingresar al Ballet de Camagüey fue mi sueño desde niña, meta hoy cumplida; por lo que eso constituye siempre un compromiso y el empeño de entregarme cada día mejor; gracias al trabajo paciente de los maestros y ensayadores”.
La Directora General del Ballet de Camagüey, Regina Balaguer Sánchez, reconoce además, “la importancia que ha tenido para el desarrollo del elenco el Centro de Promoción Fernando Alonso, creado hace más de 30 años por el propio maestro para preparar la cantera de bailarines”.
A la memoria y al legado de Vicentina de la Torre y de Gilda Zaldívar Freyre, el programa conmemorativo por el aniversario 55 de la fundación del Ballet de Camagüey, rindió sentido homenaje en el Cementerio General de la ciudad.
El colectivo, estrena en esta jornada de celebración la obra, El Cascanueces, con coreografía de Norbe del Risco, ex bailarín de la compañía y actual director artístico del Kentucky Ballet Theatre; la puesta en escena y terminación del montaje a cargo del Maître Rafael Saladrigas y la música de Tchaikovsky.
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