El amor nos salva. Cuando más abrumados estamos o necesitados de consejos, recomendaciones y protección, el amor –en su más amplia acepción–, llega como sombrilla protectora para oxigenarnos, darnos un poquito de impulso y mirar hacia adelante con sentido más positivo.
Cuando nos maltratamos los unos a los otros, aunque sea de forma verbal algo que desgraciadamente abunda, «atacamos» al amor, dejando de ser un poquito seres humanos para convertirnos en menos racionales, e ir en contra de nuestra propia naturaleza.
¿Por qué asestarnos esos golpes casi mortales cuando le gritamos al otro, o proferimos frases soeces para intentar demostrar un cierto poder que en realidad no está en gritar más o ser agresivos, sino en el hecho de mostrar más educación, solidaridad, respeto, decencia, solidaridad? Es un «poder» muy alejado de la ¨fuerza¨, porque está asociado a cómo nos aprecian quienes nos rodean, distinguen, la manera en que ganamos amigos y las personas nos reconocen.
Las buenas relaciones humanas, que se expresan en la manera que nos relacionamos y comunicamos por distintas formas, y la convivencia alegran el alma, hacen más llevadera la vida, provocan la impresión de sentirnos como flotando cuando tratamos al otro con delicadeza, con respeto, y sentimos reciprocidad del otro lado a través igual de gestos de respeto.
Por muchos problemas que podamos tener o preocupaciones, no podemos ni debemos renunciar al amor, ese que como dijera el poeta todo lo puede. Porque el amor es un ingrediente que debe ser común a todo: la familia, los amigos, las relaciones con nuestros vecinos y compañeros de trabajo, con el resto de la comunidad.
Es como un condimento imprescindible, necesario para la vida que saca lo mejor de nosotros, destierra odios o reacciones adversas que al final nos hacen daño a nosotros mismos, incluso sin percatarnos de ello.
Practicar el amor, como sentimiento natural, nos permite crecer; se siente y se necesita, porque seguirá siendo el camino para crecer y sortear cualquier obstáculo en el camino. Amor con amor se paga.