Nuevamente nos daremos cita este miércoles en la céntrica esquina de 23 y 12 de La Habana, escenario de acontecimientos históricos. En este lugar hace 64 años el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana.
En aquella ocasión el pueblo presente con los fusiles en alto, juró defender la Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, al precio que fuera necesario. En todos los rincones de la Isla, y ante la inminente agresión mercenaria por Playa Girón, el pueblo se dispuso a defender desde ese momento no solo la obra revolucionaria, sino la ideología socialista.
Nuestra historia no se puede olvidar, porque de ella nos viene la fuerza moral que impulsa el corazón de nuestro pueblo. No olvidamos los ataques simultáneos contra los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba.
Tampoco olvidamos que esa vil embestida cobró siete vidas de jóvenes heroicos, hijos de obreros y de familias humildes, como el de aquel valiente Eduardo García Delgado, quien escribiera con su propia sangre, antes de morir, el sagrado nombre de Fidel.
A quienes nos odian y pretenden estrangularnos, les decimos recuerden Girón, recuerden el heroísmo de este pueblo, la unidad de la nación, el espíritu de sacrificio, tanta sangre derramada. Recuerden la fibra del tejido espiritual de Cuba y el tamaño de nuestro corazón.


Los de hoy somos los mismos de ayer, de mañana, de siempre. Nuestro deber es vencer y venceremos. 64 años después, todos nosotros somos continuidad de esa juventud heroica, hijos y nietos de aquellos hombres y mujeres humildes que juraron defender el Socialismo hasta las últimas consecuencias.
Orgullosos de nuestra Patria, con Fidel por siempre en el corazón, bajo la guía de Raúl y Díaz-Canel, se reafirma el compromiso de no vacilar, en defenderla hasta la última gota de sangre. Esas son nuestras razones de ayer, de hoy y de mañana.