Panteón Nacional de Venezuela, donde se honra la historia, donde se rinde culto a la vida

Justamente cuando acabamos de conmemorar el aniversario 194 del fallecimiento del General Simón Bolívar, visitar el Panteón Nacional de Venezuela y el Mausoleo erigido al Libertador sobrecoge. Allí se conservan los restos de personajes insignes de un país que ha inscrito páginas de oro en las huellas de nuestro continente y de la humanidad.

Ubicado en la Parroquia Alta Gracia de Caracas en el terreno donde se encontraba la iglesia de la Santísima Trinidad, este recinto sagrado fue inaugurado el 15 de julio de 1780 y luego, impactado en 1812 por el terremoto que conmocionó la capital venezolana.

Alvin Prato, Director de Ceremonial y Acervo Histórico nos acompaña en un recorrido por el lugar, donde nos explica cada detalle: “esto comenzó siendo una iglesia, la Santísima Trinidad, en 1744, Juan Domingo Sacramento Infante pidiendo limosna, construyó esta iglesia, Venezuela tuvo un terremoto grande en 1812, allí cae la infraestructura de lo que era la iglesia, entonces Guzmán Blanco lo reconstruye como Panteón Nacional, donde se rinde tributo diario a 148 personas, aquí están los restos del Libertador, lo cual engrandece este sitio”, enfatiza.

En el Panteón Nacional estuvieron los restos de Bolívar desde 1876 hasta que Chávez, en el mismo lugar, cristalizó el sueño de erigir un Mausoleo al Libertador en el 2013.

Allí está la historia de Venezuela. Más de cien personalidades, desde los caciques Guaicaipuro y Apacuana, grandes próceres de la historia, hasta Presidentes, figuras insignes de la cultura, la pedagogía, médicos, periodistas, políticos, abogados, sacerdotes, la historia, todas y todos los que dejaron una huella en esta patria están allí, para honrar sus restos, resguardados, unos de forma física y otros de manera simbólica.

“Aquí tenemos monumentos simbólicos, como el del Mariscal Antonio José de Sucre, sepultado en la Catedral de Ecuador, igualmente de Andrés Bello, que reposa en Chile, y otros como Francisco de Miranda que nunca se supo donde estaban sus restos, también los restos simbólicos del General Urdaneta y de otros como José Félix Rivas, que en la batalla de independencia fue descuartizado y su cabeza frita en aceite en la Plaza Bolívar”, señala el experto.

El recinto, donde también se canta a la vida, tiene obras del prestigioso artista de la plástica Tito Salas, quien también fue el creador de los monumentos que se han construido en honor a los destacados personajes que allí reposan.

Se pueden apreciar 17 alegorías que reflejan momentos importantes de la vida del Libertador, desde sus batallas, hasta pinturas sobre el traslado de sus restos desde Colombia, además de una lámpara de bacará, con oro, 4 mil piezas y 230 luces que se prenden en eventos presidenciales, hasta la llama eterna erigida al Padre de la Patria venezolana.

Entre las obras de Tito Salas que engalanan el recinto figuran Alegoría de la libertad de los esclavos, Apoteosis del Libertador (1942), Bolívar en el Chimborazo, Bolívar y Humboldt en París, El ascenso al Cerro de Potosí el 26 de octubre de 1825; Entrada triunfal de Bolívar a Caracas después de la Batalla de Carabobo en 1821. (1935), Fundación de Caracas (1939),  La noche de Casacoima, La Santísima Trinidad. (1933), Traslado de los restos del Libertador de la Guaira a Caracas en 1842. (1934), además del Escudo de Caracas (1942).

El especialista nos explica que en el Panteón estuvieron los restos del Libertador entre 1876 y 2011.

“Sus restos fueron traídos desde Colombia, en un velero hasta la Guaira, bajo la gestión del Doctor José María Vargas, quien preparó el cadáver en Santa Marta para su traslado, luego se deposita en el Panteón, después a la Catedral y finalmente regresa al Panteón Nacional”.

En el año 2011 se empieza a construir el Mausoleo del Libertador (la acepción de la palabra significa recinto para una sola persona), y en mayo del 2013 se inaugura definitivamente, donde se depositan los restos del Libertador, por idea del Presidente Hugo Chávez.

“Desde entonces, sus restos están allí en una cámara especial, donde hay además, dos espadas emblemáticas, una de Rafael Urdaneta y la otra, es el regalo por la  libertad de Perú, también se aprecian las cinco banderas de los países que liberó Bolívar en su gesta independentista, Colombia, Venezuela, Panamá (entonces era parte de la gran Colombia) Ecuador, Perú, Bolivia; en el Altar Mayor hay una placa especial de los países que liberó y también se colocó el 17 de marzo de este año una placa especial de la República de México que nombró al Libertador ciudadano mexicano”, aclara Alvin.

Para el especialista, es un lugar mágico, de mucha fuerza y amor, y enfatiza “es muy emocionante, tiene energía, aquí está el Libertador, el inmueble está muy bien construido, los países en los días nacionales llegan hasta acá y ofrendan ante el Libertador, igual que cualquier institución que viene a honrarlo”.

Y agrega: “para nosotros es significativo, están los restos mortales de Bolívar, donde estuvo muchos años en el Panteón Nacional y después en el Mausoleo, traemos escuelas, dialogamos con jóvenes universitarios, de liceos, aquí están no sólo héroes, sino personas que han hecho algo significativo por la patria, no importa su condición social, tenemos a Matea, Hipólita, muy ligadas a la vida de Bolívar, la insigne pianista y compositora Teresa Carreño, el pintor y escultor Armando Reverón, Simón Rodríguez quien fue el maestro del Libertador, entre tantas figuras insignes”.

Y allí dialogamos también con José González, de 67 años, un hombre sencillo, de pueblo, quien por 23 años vendía helados frente al lugar como sustento de su vida, y por sus amplios conocimientos autodidactas y pasión por la historia, hace quince años, funge como guía de la institución. Son tres décadas de su vida está en este sitio entrañable.

“Esto es un ícono a nivel nacional, internacional, por eso todos los embajadores y personalidades del mundo vienen acá a rendir culto a Bolívar, por eso también viene el pueblo, niños, jóvenes, mujeres, trabajadores, masones”, nos comenta.

A José le preguntamos si alguna vez vio al Comandante en Jefe Fidel Castro en el Panteón, y confiesa que no olvida aquellas visitas del líder cubano junto a Chávez, y con Raúl.

“Vino varias veces con el Presidente Chávez, mucha gente lo recibía, hay muchas anécdotas de aquellos momentos, vinieron juntos Fidel y Raúl con Hugo Chávez Frías, junto a varios camaradas, me queda en mi mente y mi corazón la forma como él daba la manos a las personas, con cariño, rompiendo protocolos, como hacía Chávez”, confiesa.

Alvin Prato resume la idea del colectivo: “Tenemos la dicha de trabajar en el recinto histórico de la nación, le rendimos tributo a estas venezolanas y venezolanos que nos trajeron hasta aquí, para nosotros la fecha más importante es la siembra de Bolívar, el 17 de diciembre, y nos encanta dejar ese legado a las nuevas generaciones, todos los hijos y las hijas de esta tierra  deben ver el lugar donde está el Padre de la Patria y lo más importante, no sólo porque está Bolívar, que ya es un motivo sagrado, sino también porque se honra a otras personalidades”.

Y con orgullo puntualiza: “Creo que es el único lugar de nuestra región con estas características, tenemos entendido que en ninguna otra parte del mundo hay un Panteón Nacional donde estén todas las personalidades de la Patria unidas, por eso es muy importante para nosotros, porque  aquí se resume nuestra historia, las páginas de la historia de Venezuela están acá”, concluye.

Detalles en la propuesta radial.

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