El pueblo de Pinar del Río rinde este sábado homenaje póstumo al Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera.
Temprano en la mañana inició la concentración de vueltabajeros frente al museo provincial de historia, para darle el último adiós, a un ser extraordinario, símbolo, un héroe, un padre, como bien aseguró la integrante del Comité Central del Partido y Primera Secretaria Yamilé Ramos Cordero.
“Todos tendremos que seguir aprendiendo de su vínculo, humildad, de su optimismo para enfrentar todas las situaciones para darle respuesta a las preocupaciones de la población y por supuesto de sus valores humanos y revolucionarios.”
Con la solemnidad que distinguen momentos como este, vimos pasar a cientos de pinareños con flores en la mano y la angustia reflejada en sus rostros. Entre ellos, Julio Espín Hurtado, el Capitán Pelao, quien se desempeño como miembro del Buró Provincial del Partido, cuando Camacho asumió la dirección política en la provincia vueltabajera.
“Cuando nos reuníamos a analizar los diferentes temas, él siempre decía cuando yo sea el Primer Secretario eso la vamos a ver. Un día le pregunté, usted no es el secretario? Y me respondió, cuando este pueblo me reconozca a mí como su Primer Secretario, entonces lo seré. Hasta ahora es mentira, eso fue algo extraordinario, que da idea de la talla del Comandante. Camacho, fue un revolucionario ejemplar”, acotó.
La impronta de Camacho está en las obras sociales que tienen su firma y más recientemente en el desarrollo de la Península de Guanahacabibes, sitio al cual le dedicó los últimos 34 años de su vida.
Ernesto Barreto Castillo, actual director adjunto de la Oficina Integral de Desarrollo de la Península, aseveró que el humanismo resaltaba como una virtud principal. A diario se preocupaba por cada uno de ellos y por los habitantes del Cabo de Sam Antonio. Tenemos ahora la responsabilidad de seguir su legado allí y en las 33 Fincas Agroforestales creadas por él.”, señalo.
El comandante del ejercito rebelde Julio Camacho Aguilera falleció el pasado sábado. Hoy el pueblo que lo acogió como un hijo, le brinda honores.
Su impronta vive, cientos de flores que descansan sobre el improvisado altar confeccionado en el museo provincial de historia para rendirle homenaje póstumo, lo demuestran.
Detalles en la propuesta radial.