Máximo Gómez

Máximo Gómez y su lealtad a Cuba

Historiadores opinan que cuando se cita la trilogía de hombres fundamentales de la Guerra de Independencia, Máximo Gómez Báez está junto a José Martí y Antonio Maceo.

Considerado uno de los principales libertadores de Cuba, El Generalísimo Máximo Gómez Báez, como también se le conoce, nació en noviembre de 1838, en la ciudad de Baní, República Dominicana

Combatió en los primeros años, bajo las órdenes del general Donato Mármol, de quien fue su segundo, y después de la muerte de este en 1870, asumió el mando de la División de Cuba (Oriente). Encabezó la invasión a Las Villas para extender la guerra al centro y el occidente de la isla.

Anteriormente en 1856, Máximo Gómez, con veinte años, se unió en su país al ejército independentista nacional. Sus primeras preseas se las ganó cómo un «aguerrido alférez» de un escuadrón de Caballería que estaba compuesto principalmente por banilejos, sin que este hecho lo sacara del montón.

Este acontecimiento lo describe el Dr. Benigno Sousa (médico militar), de la siguiente manera:

En la batalla de Santomé, el 22 de diciembre de 1856, sangrienta y definitiva derrota de los haitianos, recibe Gómez su bautizo de fuego. La Caballería de Baní, “Jinetes de Lanza y Machetes de Cabo”, en la cual figuraba como alférez, se llena de gloria, decidiendo la acción.

Un viaje a La Habana le permitió presenciar de primera mano la explotación de los esclavos negros y el maltrato en general a la gente de color Después de un periodo en Cuba, optó por serle leal a los ideales de los independentistas cubanos, uniéndose a su causa hasta alcanzar los más altos rangos del ejército Mambí.

El 16 de octubre de 1868, solo seis días después del Grito de la Demajagua, se sumó a la revolución bajo las órdenes de José Joaquín Palma, quien le.otorgó el grado de sargento, donde Donato Mármol le encomienda su primera misión, relata el historiador camagüeyano Yosvany Téllez.

Siguió su carreta militar, disciplinada y austera, santo y seña de toda su vida. Se destacó por ser un hombre de los que peleaban con machete, sobre un caballo o a pie y hasta descalzo.El más joven de diez hermanos tuvo un rol destacado en las gestas independentistas cubanas del siglo XIX.

Contaba entonces con experiencia militar legada por su accionar rebelde y de combate en batallas desplegadas por la emancipación, también, de su país.

Gómez empezó pronto a destacarse militarmente, enseñándole a los mambises tácticas guerrilleras a la vez que el uso del machete, un procedimiento bélico bastante utilizado por los dominicanos contra los haitianos durante su guerra de independencia.

El 4 de noviembre de 1868 dirigió la célebre “primera carga al machete”, en Pino de Baire, donde con un puñado de hombres armados sólo con esa herramienta de trabajo, pudo aniquilar en breves minutos a dos compañías españolas.

El binomio machete-caballería se convirtió en la más temible arma de los insurrectos cubanos que aterrorizó a los españoles hasta el final de la guerra.

Por sus conocimientos militares y su valentía fue ascendido rápidamente a Mayor General por el presidente Carlos Manuel Céspedes. al general en jefe de las tropas revolucionarias cubanas durante la famosa guerra de Independencia .

Su brillante estrategia militar y su estilo de mando, célebre por su severidad, le posibilitaron llevar a cabo campañas (la Invasión y posteriores campañas) sin precedentes históricos por la disparidad de sus fuerzas tanto en hombres (de 35 mil a 40 mil mambises contra más de un cuarto de millón de españoles).

Como sus más famosas batallas libradas en Cuba figuran, entre otras, la de Dos Ríos, de Iguará, Mal Tiempo de Coliseo, de Calimete y campaña de la Reforma, así como, la Invasión Oriente a Occidente. Gómez tuvo también una destacada participación en la Guerra Necesaria de 1895 como General en Jefe.

El 17 de junio de 1905 dejó de existir el hombre que amó a Cuba como su Patria, admirado y querido dejando como legado la solidaridad y lealtad sin límites a los cubanos.

 

 

 

Autor