Parece que algún amigo se enteró que uno de mis primeros maestros en estas cosas de la radio fue Antonio García, mi siempre recordado Pibe de las Pampas, pues en un mes me han pedido hablar de dos tangos. Menos mal los escogidos.
Bueno, pues, A media luz es un tango con letra de Carlos César Lenzi y música de Edgardo Donato, que se estrenó en 1925 en Montevideo, Uruguay.
Donato fue un director de orquesta, compositor y violinista, mientras que Lenzi fue un diplomático, poeta y escritor, autor de varias letras de tango entre las que está A media luz
En 1925 Lenzi le entregó a Donato una letra que evidentemente era «más lupanaria que erótica». Se trataba del tango A media luz que sería uno de los más grabados mundialmente en la historia del género, estrenado en Montevideo con la voz de la vedette chilena Lucy Clory. Después fue un gran éxito de Azucena Maizani a partir de octubre de 1926 en el Teatro de la Comedia, en Buenos Aires y al año siguiente Rosita Quiroga lo grabó.
Una noche en la cual Edgardo Donato había sido contratado para amenizar una fiesta privada, el músico tuvo la ocurrencia de hacer girar la llave que apagaba la araña de luces principal y anunciar: “¡Ahora a media luz!». Mientras las parejas seguían bailando, uno de los invitados, Carlos Lenzi, recogió la frase y esa misma noche comenzó una letra inspirada en ella y pensando en el Buenos Aires que tan bien conocía. La siguió trabajando un mes hasta conseguir el resultado buscado y la entregó a Donato para que la musicalizara.
Claro que la historia es completamente lupanaria, porque Lenzi la ubicó en un claro prostíbulo que Maple, una marca, amuebló. La palabra «cocó» es un lunfardismo, la jerga argentina, por una droga cuya venta en aquellos dias era legal y «Juncal 1224» es el número de teléfono para las reservaciones.
En Corrientes 348, un sitio especial de Buenos Aires con una Rampa igual a la nuestra, después había un salón de lustrar de frente descascarado que más adelante fue demolido para dar lugar a una construcción moderna. Pero en 1978 se colocó, para información de los muchos turistas que la buscan, una placa alusiva al ya famoso tango y allí me detuve un buen rato para recordar a mi amigo Antonio García y por supuesto a Los Cinco Latinos…
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