Especialistas del Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro) desarrollaron un sistema de pesquisa neonatal para detectar de manera temprana los trastornos de la audición y la visión en niños recién nacidos, se informó hoy.
Denominado Infantix, el equipo tiene la particularidad de ser la primera tecnología de su tipo en el mundo y es capaz de diferenciar entre la ocurrencia de pérdidas conductivas y aquellas ocasionadas por daño neural, reflejó el diario Granma.
El ingeniero en Telecomunicaciones y Electrónica Ernesto Velarde, jefe de ese proyecto en el Cneuro, dijo al periódico que otra característica de esta herramienta científica es la de contar con un sistema diseñado para acoplar diferentes módulos, en dependencia de la prueba y los registros de señales.
Para hacer las pruebas de emisiones otoacústicas, subrayó, el módulo viene equipado con un aditamento que posee micrófonos y bocinas, teniendo en cuenta que el análisis clínico consiste en la emisión de un sonido por el dispositivo y la captación del eco.
De esa forma, se obtiene la información del funcionamiento de todo el oído medio e interno y, a partir de esos datos, el equipo realiza el análisis requerido y emite un resultado.
En el caso de un potencial relacionado con la visión, el paciente recibe un estímulo visual, y el sistema de cribado o pesquisaje evalúa la respuesta del cerebro.
Así puede llegar a evaluar desde el estado de la retina y el nervio óptico hasta la parte de la corteza del cerebro encargada del procesamiento visual.
Con esta pesquisa se detectan diferentes dolencias oftalmológicas, como cataratas congénitas y neuropatías del nervio óptico.
La importancia de este medio de diagnóstico radica en detectar lo antes posible cualquier padecimiento auditivo y visual en recién nacidos a través de una pesquisa universal, antes de recibir el alta de los hospitales maternos.
Investigaciones internacionales y en Cuba coinciden en que los niños que nacen sordos o sufren pérdida parcial de la audición pero reciben tratamiento adecuado en los seis primeros meses de vida, cuando arriban a cinco años de edad han adquirido las mismas habilidades cognitivas que los infantes sin hipoacusia (defecto congénito más frecuente en el mundo) y logran una vida normal.
En 2019, Infantix obtuvo el registro sanitario otorgado por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos para pesquisas auditivas y en 2020 para el análisis visual.
Recientemente, finalizó en el hospital ginecobstétrico Ramón González Coro de La Habana un ensayo clínico que abarcó más de 300 bebés de más de 48 horas de nacidos dirigido a evaluar el rendimiento del sistema con resultados excelentes, apuntó Velarde.
Dijo el experto que se trabaja para agregarle al equipo un módulo de pesquisa cardiovascular.
Actualmente, el sistema es empleado en instituciones médicas de las provincias cubanas de Villa Clara, Holguín, Matanzas, Artemisa, Mayabeque y La Habana.
Como parte del proyecto internacional Adelante 2, Infantix forma parte de la tecnología de la Unidad de Neurodesarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Querétaro, y en el Hospital del Niño y la Mujer de esa nación.
Dispone, asimismo, de registro sanitario en Venezuela y se conversa para obtener dicha documentación en otros países.
(FUENTE: Prensa Latina)