El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) informó que, a pesar de haberse observado un humo negro y de escucharse múltiples explosiones en la ucraniana planta nuclear de Zaporizhzhia, no existe peligro para la seguridad nuclear.
Según EFE, un equipo del OIEA estacionado en la planta fue informado por las autoridades rusas que controlan la instalación sobre un “presunto ataque con drones”, que habría tenido como objetivo una de las dos torres de refrigeración de la central.
A pesar del incidente, “no se ha informado de ningún impacto en la seguridad nuclear”, señala un mensaje del OIEA en las redes sociales.
Más tarde, el director general del OIEA, Rafael Grossi, subrayó en un comunicado que no hay riesgo inmediato para la seguridad de los seis reactores de la planta, los cuales permanecen apagados desde antes del incidente.
Los equipos del OIEA en el lugar verificaron de forma independiente los niveles de radiación en la zona y confirmaron que no han cambiado, lo que descarta cualquier riesgo de aumento en los niveles de radiación.
No obstante, Grossi reiteró su preocupación por los riesgos que representan los ataques militares en las proximidades de instalaciones nucleares, que pueden afectar a algunas zonas consideradas como importantes para la seguridad de la central.
”Estos ataques imprudentes ponen en peligro la seguridad nuclear en la planta y aumentan el riesgo de un accidente nuclear. Deben detenerse ya”, exigió Grossi quien ha pedido en varias oportunidades que se establezca un perímetro de seguridad alrededor de la planta.
Ucrania y Rusia están culpándose mutuamente del ataque. Pero la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, atribuyó la acción a Ucrania y la catalogó como un acto de “terror nuclear en el continente”. También solicitó al director del OIEA, Rafael Grossi, que rinda cuentas de la situación. “Los terroristas de Kiev, bajo el liderazgo del Occidente colectivo, han destruido su país, amenazado al pueblo de Ucrania, socavado la seguridad energética y alimentaria mundial, y ahora se han embarcado en el terror nuclear en el continente”, subrayó Zajárova a través de la red social Telegram.
Los reactores de la planta fueron apagados ya en 2022, pero deben ser enfriados de forma constante.