En septiembre 1945 el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro matriculó en las carreras de Derecho, de Ciencias Sociales y Derecho Diplomático en la Universidad de La Habana, un centro de altos estudios que se distinguió siempre por la politización de su alumnado.
En su entrañable alma mater se convirtió en un ferviente revolucionario, seguidor de los ideales de José Martí.
Le antecedió un periodo de formación que comenzó en la finca de Birán del oriente cubano donde nació el 13 de agosto de 1926 en el seno de una familia formada por sus padres Ángel Castro Argiz, inmigrante español y Lina Ruz González, oriunda de Pinar del Río.
Su padre fomentó en sus hijos el estudio y la superación cada día. Es por eso que a los cuatro años de edad aprendió a leer y escribir en la escuela pública rural de Birán. Más tarde lo enviaron a Santiago de Cuba, junto a su hermana Angelita, a cursar la enseñanza primaria en los colegios católicos privados de La Salle y Dolores.
En esa etapa aprendió el estudio constante, el amor por los libros, el arte de la oratoria y sus primeros conocimientos culturales. En junio de 1945 se graduó de Bachiller en Letras en el Colegio de Belén, de la Compañía de Jesús, en La Habana.
Cuentan que en los colegios que transitó atraía la atención de los compañeros de clases y profesores, por sus buenas notas en asignaturas de letra, sus condiciones físicas como atleta e inteligencia innata. Todos los que le conocieron de niño y adolescente tenían la certeza de que llenaría las páginas brillantes del libro de su vida.
Desde su entrada en la Universidad de La Habana: “no tardó en iniciarse como dirigente de la Feu, pues rápidamente sus nuevos condiscípulos lo eligieron delegado de asignatura y de primer año, y al curso siguiente como presidente de la escuela. En ese período se opuso tenazmente a la elección del favorito del Gobierno de Ramón Grau San Martín para presidir la organización estudiantil, lo cual le valió que las pandillas de gánsteres trataran de impedirle el acceso al recinto universitario, pero no lo lograron porque contó con el apoyo y protección de sus compañeros”.
“Durante su paso por el centro de altos estudios adquirió las experiencias que le permitieron una mejor comprensión de las particularidades de la política nacional, y se formó ideológicamente con la lectura de las obras de los clásicos del marxismo. También estrechó relaciones con la Juventud Socialista, organización juvenil del Partido Socialista Popular, aunque nunca se afilió a este. Según afirma un artículo del periodico Trabajadores”.
En 1947 Fidel formó parte en un intento, frustrado por la policía cubana, de alcanzar por mar la República Dominicana para hostigar a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo como integrante de un batallón de opositores dominicanos del bando izquierdista de Juan Bosch.
Aquel año también concibió y ejecutó un plan para traer a la Universidad desde la ciudad oriental de Manzanillo la campana de La Demajagua, cuyo repiqueteo había anunciado en 1868 el comienzo de la Guerra de los Diez Años contra España,
En esa época figuró entre los oradores que frente al Palacio Presidencial condenaron el asesinato del estudiante Carlos Martínez Junco, tras llegar hasta allí en combativa manifestación de protesta, que partiera desde la escalinata universitaria.
En ese año estuvo entre los que acompañaron a Eduardo Chibás en la fundación del Partido del Pueblo Cubano-Ortodoxo, el cual abogaba por el adecentamiento de la vida pública.
El 13 de octubre de 1950 recibió los títulos de Doctor en Derecho, Licenciado en Derecho Diplomático y en Derecho Administrativo, pero permaneció en la universidad hasta aprobar tres asignaturas que le restaban para obtener el de Doctor en Ciencias Sociales.
De aquella etapa de su vida dijo una vez: “En esa universidad, adonde llegué simplemente con espíritu rebelde y algunas ideas elementales de justicia, me hice revolucionario, me hice marxista leninista y adquirí los valores que sostengo y por los cuales he luchado a lo largo de mi vida”.