Camagüey, Cuba.- El Programa del Moncada cada día tiene nuevas expresiones de cumplimiento, no importa que hayan transcurrido 71 años, sus objetivos mantienen plena vigencia.
Fidel Castro, líder del movimiento revolucionario, en octubre de 1953, en el alegato de autodefensa proyecta la solución de los principales problemas que entonces padece el pueblo.
Las primeras leyes de la Revolución serían para resolver «el problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo».
La Historia me Absolverá sigue siendo guía para avanzar; y en Camagüey, otras cuatro familias se benefician con la entrega de viviendas.
El Gobernador de Camagüey, Jorge Enrique Sutil, al comentar sobre las dificultades del programa de la vivienda, y las alternativas que localmente hay que buscar para avanzar, significó que “cada municipio tiene que tener la estrategia para la producción de materiales de la construcción, ante la falta de cemento y acero para las viviendas.
Estoy muy orgullosa, y los otros compañeros también, por la fecha seleccionada para esta inauguración, que no es cualquier día, es el aniversario 71 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que como sabemos, es el legado de nuestro Comandante en Jefe, de nuestro Fidel.
Esos son de los retos y desafíos que tenemos que enfrentar, y en los que trabaja el gobierno, para avanzar en los planes, todavía muy atrasados en los municipios.
Sonia Lazarte Soler, trabajadora en el Comité municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), antes vivía “en el patio de la casa de un tío, en un cuartico, con mis dos hijos; en muy malas condiciones. Hoy he recibido esta vivienda digna, amplia, con portal, sala, dos cuartos, cocina comedor, y baño. Es un sueño”.
Clara Pilliner Zayas-Bazán, trabajadora por 25 años de la Escuela Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), agradece “la voluntad de las organizaciones políticas del territorio y el esfuerzo de los trabajadores que hicieron las nuevas viviendas, terminadas con calidad.
Yo quedé sin vivienda luego del paso de un huracán; pero hoy después de varios años de espera, tengo una casa confortable. Estoy muy feliz.
Evelio Lobo Herrero, trabajador de la Empresa Constructora número Dos, él mismo participó en el levantamiento de los inmuebles, “y trabajamos bien, con mucha calidad. Tengo dos hijos, gemelos, y hasta ahora vivíamos en malas condiciones; pero ya iniciamos una nueva etapa gracias a la Revolución, me siento feliz y agradecido”.
Estos sencillos trabajadores reciben viviendas nuevas, de tipología cuatro, es decir, madera y cubierta ligera de zinc, en el reparto La Esperanza, en la periferia de la ciudad de Camagüey.
El Programa del Moncada, esbozado en La Historia me Absolverá, continúa vigente con la obra de la Revolución, porque para los cubanos, Siempre es 26.
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