La decisión histórica de Joe Biden de retirarse de la campaña presidencial, da un giro al país norteño.
Con una carta de una sola página compartida en X (Twitter), a las 13.46 horas de ayer, Biden anunció su retirada como candidato del Partido Demócrata para las elecciones del 5 de noviembre, en las cuales el expresidente republicano Donald Trump intenta regresar a la Casa Blanca. Ahora es escenario electoral se vuelve un tanto desconocido e insólito.
— Joe Biden (@JoeBiden) July 21, 2024
La vicepresidenta Kamala Harris, tras recibir el respaldo del mandatario como candidata, ha recibido varios apoyos en las filas demócratas. La campaña de Biden ha pasado oficialmente a ser la campaña de la Harris, que ha recaudado 49,6 millones de dólares en una tarde gracias a donaciones de los militantes.
Harris aseguró: «haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata -y a nuestra nación- para derrotar a Donald Trump y a su extrema agenda del Proyecto 2025».
De confirmarse que es la elegida como candidata por el partido, optaría a ser la primera mujer presidenta, algo que no pudo lograr en 2016 Hillary Clinton.
Kamala hizo historia en las elecciones presidenciales de 2020 al convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo de vicepresidenta de Estados Unidos.
Además, fue la primera mujer afroamericana y de ascendencia asiática en ocupar ese puesto en la Casa Blanca.
Estudió en la Universidad Howard -una de las instituciones históricamente afroestadounidenses más importantes del país- donde se involucró en cuestiones políticas como el apartheid en Sudáfrica y las relaciones raciales en Estados Unidos.
En la Fiscalía del Condado de Alameda, en Oakland, Harris dio sus primeros pasos profesionales.
Ya como abogada por la Universidad de California, se convirtió en fiscal del distrito de San Francisco -el máximo puesto en esa área- en 2003, antes de lograr ser la primera mujer en alcanzar el puesto de fiscal general de California en 2010.
Entre los posibles candidatos a sustituir a Joe Biden también figuran también el gobernador de California, Gavin Newsom, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el secretario de Transporte, Pete Buttigieg.
La convención demócrata
La venidera convención demócrata en Chicago será distinta y difícil.
Si Harris no puede unir al partido, la convención podría complicarse con varios candidatos enfrentados por la nominación.
Señala BBC que podríamos asistir a un “fascinante e impredecible teatro político en vivo; algo que nunca antes ha presenciado el público estadounidense”.
Reacciones
Al hablar sobre el tema estadounidense, la portavoz de la Cancillería de China Mao Ming, declaró en la rueda de prensa oficial del departamento que “es un asunto interno de Estados Unidos, no vamos a comentar sobre eso”.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, agradeció a Biden “la estrecha cooperación transatlántica”. Igualmente dijo que “su decisión de no presentarse nuevamente merece respeto”.
El recién nombrado primero ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha expresado que “como lo ha hecho a lo largo de su notable carrera, Biden habrá tomado su decisión basándose en lo que cree que es mejor para el pueblo estadounidense”.
En representación de la Unión Europea, Josep Borrell, ha indicado hoy que la UE «respetar su decisión de renunciar a la Casa Blanca”, si «piensa que otro candidato puede tener más fuerza» para ganar las elecciones.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha defendido que Biden ha tomado «la decisión más sensata y correcta». Al intervenir en un acto celebrado en el estado Barinas, Maduro dijo que el líder estadounidense «priorizó a su familia, a su salud, y se dio cuenta de que, a esa edad y con la salud debilitada, no podía asumir las riendas de su país y menos una candidatura presidencial».
«Hay que armarse de paciencia y seguir atentamente lo que ocurrirá en adelante. La prioridad para nosotros es lograr los objetivos de la operación militar», afirmó el portavoz presidencial ruso Dmitri Peskov, en su canal de Telegram Shot. Además, apunta que «para las elecciones en Estados Unidos aún quedan cuatro meses, lo que es un plazo grande en el que muchas cosas pueden cambiar».