A cambio de su libertad y borrar su vínculo con el narcotráfico Jimmy Keene (Taron Egerton) debe permanecer en prisión junto al asesino en serie Larry Hall para hacerle confesar donde enterró a sus víctimas.
Confesiones de un asesino, o Black Bird, serie de reciente estreno, nos presenta al actor Taron David Egerton a la cabeza del reparto y también como productor, y a Ray Liotta en su última aparición en pantalla, encarnando a su padre.
Paul Walter Hauser interpreta al recluso que debe admitir el lugar del ocultamiento; a él lo hemos visto en Richard Jewell, bajo las órdenes del respetado Clint Eastwood.
Pero volvamos a Taron Egerton. Es un musculoso cantante británico, que descubrió su vocación por la actuación. Ostenta los premios Globo de Oro y nominaciones al BAFTA. Ha cumplido 33 años hace muy poco y es graduado de la Real Academia de Artes de Londres.
Desde 2011 es aplaudido en las pantallas con The last Houssemans, The smoke y Kingsman.
Y no demoro más el decirles que hizo las veces del genial músico Elton John en Rocketman, papel que lo dio a conocer en todo el mundo.
Otras de su aun corta filmografía son: Robin Hood, forajido, héroe, leyenda (al lado de Jamie Foxx y Jamie Dornan) y El club de los jóvenes millonarios. Como tenor Egerton alcanzó el premio al intérprete del año en 2011.
Su caracterización como Elton John fue bien acogida por el mítico cantante que declara lloró emocionado al ver la película.
Aunque no lo crean el intérprete que nos ocupa puso su propia voz al cantar en este biopic.