Santa Eduviges es una comunidad rural, pobre, ubicada en el municipio Andrés Bello de la Región Barlovento, en el Estado Miranda. Sus habitantes se dedican a la producción de cacao, allí los recursos económicos son escasos, y la población está muy envejecida.
Hasta ese lugar llegaron hombres y mujeres vestidos de blanco, para llevar tanto amor que no cabe en una sola expresión ni puede narrarse con palabras. Son integrantes de la Brigada Médica Cubana que laboran en el CDI Santa Eduviges, donde han sido protagonistas de historias muy sensibles, tristes y enaltecedoras, como cuentan el Doctor Rolando Alberto Milanés Rodríguez, de la provincia Granma, Jefe de la institución hace solo unos meses, y la Doctora santiaguera Yaritza Cabrera Torres, médico intensivista, quien lleva cuatro años en ese sitio, con el orgullo de haber escrito páginas hermosas en la historia de su vida.
La anécdota de Rolando conmueve: “Hace pocos días recibimos a un niño que llegó a cuerpo de guardia por lesiones, había perdido parte del cuero cabelludo, los médicos y enfermeras lo cuidaron, venia con una tela que le tapaba el cráneo, hacíamos curas diarias al pequeño, pero no quedamos conformes, porque sospechábamos que había algo más, buscamos en la comunidad y corroboramos que el niño estaba sufriendo maltrato, denunciamos a las autoridades competentes, y el pequeño fue trasladado a una casa de apoyo”.
Sobre sus experiencias, Yaritza cuenta que “hemos tenido varios casos clínicos donde nos hemos involucrado todos los colaboradores, por ejemplo, trabajos de parto difíciles, hace poco hicimos uno muy complicado, donde estuvieron médicos, enfermeros, especialistas de otros centros que nos ayudaron, y salió exitoso; recuerdo también un caso de una mujer que llegó, aparentemente con una infección urinaria, y en realidad era un tumor maligno de ovarios, tuvimos apoyo de la Alcaldía, la paciente fue trasladada con la ambulancia de los Servicios Médicos del Estado, y ya está en proceso quirúrgico, en realidad, son ejemplos que nos reconfortan, porque hemos sentido la satisfacción de constatar el agradecimiento de tantos habitantes de la zona que llegan al centro y resuelven su problema de salud”, expresa.
Para el Doctor Rolando Alberto, es un gran reto prestar atención médica a más de 33 mil personas, para lo cual cuentan además, con catorce consultorios médicos populares, dirigidos por la parte cubana y venezolana.
En el CDI están disponibles varios servicios, entre ellos, una Sala de Rehabilitación, Óptica, Puntos odontológicos, Laboratorio clínico y SUMA, Ecografías, Sala de Terapia, Medicina General, Cuerpo de Guardia, Apoyo vital y Oftalmología, entre otros.
Según explica el Jefe del CDI Santa Eduviges “la enfermedad crónica con más presencia en la región es la hipertensión arterial, puesto que es una población muy envejecida, además, al ser una zona rural, rodeada por ríos, ello propicia que se presenten enfermedades diarreicas y brotes alérgicos de Ira (Infecciones Respiratorias Agudas).
La Doctora Yaritza expresó el sentir de los 27 colaboradores del CDI Santa Eduviges.
“Doy gracias por las experiencias adquiridas, hemos tenido varios casos de emergencias, ingresos, hospitalizaciones, muchos pacientes acuden aquí, y se marchan satisfechos”, añade.
El proceso de remodelación del centro comenzó el pasado año, y los impactos han sido positivos, explicó el Jefe del CDI, quien aclara que “la reparación de las áreas comenzó en julio del 2023 con el apoyo de la Alcaldía, se renovó la pintura, iluminación, se climatizaron los locales, además, se cambiaron puertas y ventanas, se impermeabilizó el techo y se embellecieron las áreas verdes”.
Este es un Centro de Diagnóstico con un gran impacto no solo para la población de Santa Eduviges, sino para las comunidades aledañas, como San José, Río Chico, el Conde, La lucha, lugares muy alejados y donde viven familias muy pobres.
Para los Doctores Rolando y Yaritza no hay felicidad mayor que recibir el abrazo de los pacientes que, gracias a los servicios de la Brigada Médica Cubana, han mejorado sus indicadores de salud.
“Siento orgullo, me llevo de esta tierra muchos conocimientos, hemos cumplido nuestro objetivo, ayudar al pueblo venezolano y si tenemos que seguirlo haciendo, estamos en la mejor disposición”, afirma Yaritza.
Mientras que Rolando enfatiza: “Aquí en nuestro colectivo es como si fuéramos familia, somos de la misma tierra, somos cubanos, los venezolanos nos reciben con los brazos abiertos, tienen gran confianza en nuestra Medicina, y así se lo hemos demostrado en el transcurso de los años. Es como traerlos de vuelta a la vida”.
En Santa Eduviges, estas son las remembranzas de colaboradores cubanos que en una zona rural del Estado Miranda, en medio de las cosechas de cacao, son mensajeros de la esperanza y traen a sus hermanos venezolanos, de vuelta a la vida.
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