La Doctora Taimí Yero Illa, especialista de Medicina General Integral, con Diplomado en Oftalmología, tiene 35 años de edad y hace más de tres llegó a Venezuela. Hoy la Jefa del Centro de Diagnóstico Integral “Donato Carmona”, del Estado Anzoátegui, tiene las claves para dirigir un colectivo.
“Que vean al líder como un amigo, hay que ser intachable, ejemplar, muy humano, saber lograr la armonía, colocarse desde la posición de la otra persona para comprender a los demás, y que puedan cumplir, sin que se vean presionados, no ser prepotente, hay que ser muy sensible para lograr eso”, señala.
La Doctora Taimí llegó a Venezuela el 24 septiembre del 2020, para cumplir su labor como oftalmóloga, pero la vida le deparó otras rutas. En ella vieron las cualidades de una joven para dirigir colectivos, recibió un curso de preparación de cuadros, fue ubicada en el Centro de Diagnóstico Integral “Diego Salazar” de Puerto Píritu, donde estuvo cuatro meses, y por sus resultados y altas potencialidades la trasladaron para dirigir el CDI “Donato Carmona”, ubicado en un lugar céntrico, y donde requerían personas preparadas para elevar los indicadores de la institución. Ella lo logró, e incluso, le encargaron formar a otros jóvenes en funciones de dirección.
“Fue una etapa en que sentí miedo, porque no tenía experiencia de dirección, estaba muy temerosa, pero con la ayuda y deseos de salir adelante, presté atención a las clases para aprender y que el curso fuera fructífero, estudié manuales de procedimientos, y luego de ver mis resultados en la dirección del CDI decidieron que yo ayudara a formar otros coordinadores”, explica.
Y así recuerda cómo recibió la encomienda.
“Un día el profesor y Doctor José Antonio Rubio (Jefe de las Misiones Sociales en Anzoátegui), me llama y me dice que me va a mandar a una joven profesional para acá para que la preparara como cuadro, confieso que entré en pánico, yo creía que no podía, pero me tracé un cronograma de su capacitación, yo le decía: cualquier duda me preguntan, y cuando la mandaron al CDI a dirigir, me dijeron que la había formado muy bien, y así me fueron mandando otros muchachos y muchachas, incluso ya pedían pasar las clases prácticas conmigo en mi institución, yo les trato de enseñar todo, qué detalles hay que ver, cómo se lleva una documentación, las estadísticas, la supervisión del trabajo de los especialistas, la dirección colectiva, y salen muy satisfechos”.
Para ella, el liderazgo no sólo se alcanza con el nombramiento de un cargo.
“Trabajar con seres humanos es complicado, hay que aprender de economía, de diversas ramas de la Medicina, ser ejemplo, la primera en llegar y la última en irse, analizar los indicadores de salud, ser compañera ante todo, preocuparte por la salud de los colaboradores, (tengo 24 colaboradores en estos momentos), saber de sus familiares, si tiene alguien enfermo, todo ello conjuntamente con la labor de Coordinadora para lograr que ellos vean en tí a una persona integral, de esa forma, unir a la brigada para cumplir los requisitos establecidos y elevar los resultados del trabajo”, significó.
También recomienda en la parte profesional estudiar mucho, dialogar, revisar los indicadores constantemente y trazar estrategias para elevar la calidad de los servicios cada día, tener mucha disciplina y que los integrantes del equipo vean en su Jefe una base de formación sólida y conocimientos para exigirles.
Hoy la Doctora Taimí se sientecomplacida, satisfecha de su crecimiento, perdió el miedo que sintió en un inicio para enfrentar tamañas responsabilidades, y sobre todo ha dejado una estela de otros jóvenes a los que ha enseñado.
“Como ser humano he crecido, he hecho una tarea que jamás pensé, aun me sorprendo porque logré algo que yo creía imposible, pude dirigir a otros colegas, economistas, un administrador, un estadístico, tuve que estudiar intensamente para conquistar lo que he logrado, también ganarme el compañerismo de todas las personas, ponerme en la situación de los subordinados para entenderlos, y al final, más unidos, cumplir la tarea por la cual estamos aquí, que es atender con excelencia al pueblo venezolano”, agregó.
Momentos difíciles ha vivido esta joven profesional que lleva en su corazón para siempre los tiempos tristes de la Covid.
“Lo más difícil de esta Misión es cuando ha fallecido algún familiar de un colaborador en Cuba, ha sido muy duro consolarlo, he llorado con el compañero cuando recibe esa noticia, sobre todo en la etapa de la Covid, fue muy triste, y sin la posibilidad de que pudieran viajar a la isla, porque no había vuelos, sin embargo, hay alicientes, para mí lo más bonito ha sido formar a jóvenes como dirigentes, como una hermosa cantera de cuadros para el sector”.
Y a pesar de esos momentos tristes, si esta Doctora pudiera escribir ahora mismo la página de su vida internacionalista, una palabra quedaría grabada: Orgullo.
“Hoy soy una Taimí crecida profesionalmente, orgullosa por mí y por mis familiares, que siempre están pendientes de mis resultados, también recibo las felicitaciones de mis colegas del Policlínico donde laboro, hoy están sorprendidos, porque nunca había dirigido allá, he sido reconocida con Sello de Oro y todos se han sentido orgullosos, y hasta se preguntan en qué momento aprendí a dirigir. Yo respondo que la magia de todo ha sido Venezuela. Puedo decirte que estoy satisfecha, he podido, lo he logrado, y he crecido mucho profesionalmente.
Esa es la Doctora Taimí, la joven Doctora que en un país hermano encontró las claves para dirigir: disciplina, voluntad, estudio, exigencia y mucha dosis de humanismo y amor.
Detalles en la propuesta radial.