Niquero, Granma. – La mujer merece un monumento al esmero, la consagración y el amor, que tanto pone en su día a la obra linda que es darse a la educación y la instrucción de los demás.
En este costero municipio conocido como la Portada de la Libertad de Cuba, en la oriental provincia de Granma, Mariela La O Chávez es el centro en la vida de muchas personas, que por miles la consideran madre – maravilla.
No es para menos, la hija de Migdalia e Ignacio, nacida en Blanquizal, de Niquero, el 28 de mayo de hace 53 años, dice que «no hay gozo más conmovedor que el cálido beso de un pionero cuando llega a la escuela.”
“Desde niña crecí en un ambiente de educadores porque mis padres hospedaron en casa a varios familiares que fueron hasta la comunidad a trabajar en la escuela de la zona, y como les quedaba lejos, pues se quedaban en el hogar. Eso despertó la vocación.
“El maestro es la persona que le enseña a los niños las primeras letras y números, los sonidos y esa experiencia es única. Aquello me cautivó.”
El expediente laboral, de esta niquereña, hoy Máster en Ciencias de la Educación, lo completan varias medallas y distinciones, su desempeño como metodóloga de la dirección municipal de ese sector, docente en la Escuela Latinoamericana de Medicina, una misión profesional en el exterior y, desde septiembre de 2013, directora general del seminternado 28 de enero.
“Los maestros “moldeamos” la forma del niño, eso ha marcado mi vida. Biológicamente no soy madre, pero siento que día a día estoy rodeada de muchos hijos porque ese arte de enseñarlos, convivir con ellos, entender qué les falta, si es un niño huérfano o con alguna discapacidad, cualquier tipo de dificultad uno lo asume como maestro, ya fuera de las aulas. Es la persona ejemplo para el infante y la familia.
“Cuando llego en las mañanas al seminternado y corre a besarme y me regala una flor, sonríe, abraza, ese gesto completa la felicidad de mis días.
“La mayor parte de mis años de trabajo son en esta institución. Aquí me hice maestra con grandes maestros, asumí como jefa de ciclo. Aprendí mucho con excelentes directores como Roger Torres y Teresa Támes, después.
“Nuestra escuela influye en la comunidad como uno de sus centros más importantes: protagonizamos intervenciones para atender a las familias con situaciones psicosociales complejas y le hacemos sentir que sí se pueden lograr los propósitos.
“Estamos para hacernos sentir con la formación de valores y el quehacer artístico. Irradiamos actividades hacia las diferentes entidades cercanas y así potenciar la formación vocacional de los pioneros hacia los oficios, labores técnicas o en la producción de alimentos.”
Esta relevante educadora muestra felicidad porque su escuela fue una de las primeras que en Granma mereció el Premio del Barrio, que entregan los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), y las múltiples ocasiones que el colectivo ha sido el mejor del ámbito educacional granmense por los resultados en los concursos pioneriles y otros eventos.
“Nosotros merecemos más que una jornada, todos los días porque así nos entregamos a la formación de todas las personas en la sociedad. Aprovecho para felicitar a todos los educadores cubanos y de nuestra provincia y, de manera especial, a los de mi escuela, sin cuyo esmero, dedicación y esfuerzo en el trabajo no serían posible los resultados.”
Las palabras de la granmense Mariela La O Chávez poseen el encanto sublime de enamorar porque así anda ella en su mundo de maestra, en los mágicos y especiales momentos que son el universo de letras, números y colores con los que moldea el paso sus pioneros – hijos por el seminternado 28 de Enero, en Niquero.
Escuche y descargue desde nuestra plataforma de iVoox el trabajo de Roberto Mesa Matos