Con la apertura este viernes del Festival Internacional de nuevo Cine Latinoamericano de La Habana se inicia un evento esperado y deseado por el público, que desde hace tiempo constituye referente cultural cada mes de diciembre.
Después de más de cuatro décadas, el evento cultural de la gran pantalla busca reinventarse a sí mismo desafiando las condiciones socio-económicas en que tendrá lugar para no perder la esencia que le dio origen en el año 1979.
Anclado en el capital simbólico que arrastra tras el paso por este escenario de reconocidos cineastas cubanos que lo prestigiaron como Tomás Gutiérrez Alea, Humberto Solás, Julio García Espinosa, Pastor Vega, Enrique Pineda Barnet, Juan Carlos Tabío y Fernando Pérez, entre otros, el mayor evento del cine nacional ha sido realzado durante estos años por la mejor filmografía latinoamericana y además la presencia de otros directores del celuloide que lo convirtieron en su momento en punto de referencia.
¿Qué decir de Alfredo Guevara, Director fundador del Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana quien con su impronta logró reunir en tiempo y espacio a los mejores realizadores del área acompañados de sus obras?.
Si bien el público, hacia quien está dirigido el Festival es la principal diana de este evento, el buen ambiente y los enriquecedores intercambios teóricos que genera el evento constituyen parte inseparable de cada cita que pretende mostrar lo mejor del cine latinoamericano, como contrapartida a la gran industria cultural hollywoodense, generalmente exenta de contenidos que reflejen las realidades socioeconómicas de nuestros pueblos y sus culturas.
Cada cita de La Habana ha representado un espaldarazo para romper la hegemonía cultural y enfrentar la colonización que en este ámbito intentan acabar con las culturales nacionales.
Potencias en el cine como México, Argentina, Brasil y Chile marcan la pauta en los festivales de La Habana, y esta vez no resulta excepción entre una muestra que casi alcanza casi los dos mil filmes, en varias categorías que concursan.
El Festival Internacional de nuevo Cine Latinoamericano de La Habana es de esos eventos que convocan siempre multitudes, seguidores fieles, que también invita a pensar y reflexionar después del disfrute de cada obra, y tiene la capacidad de convertir a los públicos en grandes jurados que proponen sus mejores películas y documentales, algo que puede resultar inédito en otros países latinoamericanos y que se ha logrado durante estos largos años por la posibilidad de acceder masivamente a las salas de proyección y la cultura creada para no solo recibir pasivamente la puesta sino reflexionar sobre ella en un camino de doble vía, en la que el séptimo arte logra agudizar la mirada y el pensamiento. ¡Bienvenido una vez más nuestro Festival!