Teherán- Con el simbolismo que entrañan las relaciones históricas entre Cuba e Irán, el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez selló su visita oficial a la nación persa rindiendo homenaje al Imam Khomeini, Líder Histórico y Fundador de la Revolución Islámica iraní.
En el Mausoleo dedicado a preservar su memoria, el Jefe de Estado y los miembros de la delegación que lo acompañan, fueron recibidos por su nieto, Hassan Khomeini, máximo responsable de la gestión del Mausoleo.
En 2001, entonces joven, Hassan recibió allí mismo al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, estancia de la que se conserva un material fílmico que supo apresar la sensibilidad y admiración del líder revolucionario cubano por el revolucionario iraní.
Entonces, la constante evocación al Comandante en Jefe Fidel Castro primó en las conversaciones entre el Presidente cubano y el hoy Ayatollah Hassan Khomeini.
«Para nuestra generación, Fidel Castro es una persona muy respetada y admirada y es símbolo de la lucha por la libertad. El presidente Castro tenía una característica muy destacada y especial, tenía una potencia y atracción muy elevada, tenía una gran habilidad de comunicarse y conectarse con los jóvenes», subrayó quien lo conoció y admiró.
Tras el emotivo diálogo, repleto de afectos, el Jefe de Estado depositó una ofrenda floral ante la tumba del Imam Khomeini. El santuario, en el sur de Teherán, comenzó a construirse tras su muerte, el 3 de junio de 1989, para perpetuar la memoria del líder político-espiritual de la Revolución Islámica de 1979.
Justamente, entre el 8 y el 10 de mayo de 2001, el Comandante en Jefe Fidel Castro realizó una visita oficial a este país, donde rindió homenaje a Khomeini y tuvo un recibimiento impresionante por parte del pueblo iraní y especialmente, por los estudiantes de la Universidad de Teherán, a quienes contaría sobre su visita al Mausoleo del Ayatollah Khomeini y también a la casa donde este vivió.
Fidel confesaría a los estudiantes haberse sentido impresionado por «la humilde tumba de un humilde hombre que vivía en una casa humilde», y que supo derrotar «al más poderoso y mejor armado gendarme del imperio» en esta región.
Ante esa tumba, que atesora sus restos, rindió homenaje, 22 años después, el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez. En el libro que se reserva a los altos dignatarios en el Mausoleo que guarda la tumba del Imam Khomeini, el mandatario cubano escribió:
Para la delegación cubana que visita a la hermana República Islámica de Irán es un emocionante momento visitar este entrañable lugar donde se rinde homenaje al líder de la Revolución Islámica, Imán Khomeini. Su influencia a partir de su liderazgo en el movimiento revolucionario mundial es innegable y su legado es muy apreciado por el pueblo cubano.
En nombre del pueblo y gobierno cubanos rendimos el más sentido homenaje a su ejemplo», escribió el Presidente de Cuba, para quien fortalecer «las relaciones entre nuestras naciones será el mejor homenaje que podemos rendirle.
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