¿Quién se resiste ante unos frijoles blancos o colorados bien sazonados que incluyan trozos de calabaza, entre otras viandas? También se disfruta hasta chuparse los dedos en una ensalada con un adobo que incluya sal, aceite y cebolla, entre otros alimentos.
Como dulce resulta igual de deliciosa; no obstante, a ello se agregaun grupo importante de beneficios para la salud humana.
La calabaza también se asocia con platos agradables al paladar como las sopas y para acompañar un plato fuerte servido en un restaurante.
Comer calabaza ayuda a mantenerse joven porque el betacaroteno que contiene protege a las personas de los rayos ultravioletas del solque causan arrugas.
El betacaroteno, al que debe su fuerte color anaranjado, es la principal fuente de vitamina A, esencial para el crecimiento ydesarrollo normales, el funcionamiento de sistema inmunitario y la vista.
Es buena, además, para la piel, pero también combate el cáncer; investigadores muestran que las personas que tienen una dieta alta en betacaroteno pueden tener un menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de próstata y de pulmón.
La pulpa también baja en calorías, es una excelente mascarilla facial completamente natural que exfolia y suaviza; lo que se requiere es un cuarto de taza de puré de calabaza, un huevo, una cucharada de miel y una de leche; se mezclan los ingredientes y se aplican durante 20 minutos; luego se lava con agua tibia.
Una sola taza contiene más del 200 por ciento de la ingesta diaria de vitamina A recomendada para la mayoría de las personas, también ayuda al cuerpo a combatir infecciones, virus y enfermedades infecciosas.
Es, además, rica en fibra, lo que disminuye el ritmo de la digestión. Hace que te sientas satisfecho por más tiempo -afirman los expertos-.
La calabaza contiene luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que ayudan a prevenir las cataratas e incluso podrían frenar el desarrollo de la degeneración macular.
Su aceite incluso ayuda a combatir varias infecciones ocasionadas por bacterias y hongos. Además, cuenta con casi el 20 por ciento de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, lo que podría hacer más rápido la recuperación de los resfriados. Idónea en una dieta para bajar de peso, es otro de los beneficios de la calabaza.
La mayoría de las personas desechan las semillas de la calabaza y sólo emplean para comer la otra parte del alimento.
Tostadas tienen un sabor suave y dulce con una textura masticable. Se trata, además, de una de las pepitas, como también se le llama, más nutritivas que existen.
Las semillas se retiran y se hierven en agua y sal. Después, se procede a colocarlas al horno o un simple sartén para que se tuesten. Una vez listas, pueden comerse directamente así o utilizarse para otras preparaciones, aunque de cualquier forma son igualmente deliciosas.
Una alternativa excelente es pulverizar las semillas de calabaza y añadirlas a un combinado de frutas frescas. Teniendo lista la mezcla, se puede tomar con otros cereales, ya sea calientes o fríos.
Las semillas de calabaza constituyen un elemento antiparasitario, algunos las toman durante 10 días para enfrentar la giardiasis y también combatir la ameba.
Incluso se pueden incorporar al hacer pan o galletas caseras añadiendo estas semillas en polvo a la harina que se utilice para la preparación.
Podrían ser un gran aliado en caso de depresión e insomnio, ya que ayudan a mejorar el estado de ánimo y favorecen la producción de serotonina. No obstante, sus beneficios son mucho más amplios.
Las calabazas son originarias de América del Norte. Este alimento era ya muy valorado en la antigüedad por los nativos americanos debido a sus propiedades medicinales.
Sus múltiples beneficios derivan de un alto contenido en nutrientes esenciales para el organismo humano. Entre estos, podemos destacar sus valores en zinc, fósforo, cobre, potasio, hierro y magnesio.
Las semillas de calabaza contienen cantidades de las vitaminas A, B3 y K, así como también incluyen ácido fólico. No sólo eso, también contienen ácido linoleico, ácidos grasos omega-6 y ácidos grasosomega-3.
Gracias a su composición, ofrecen grandes beneficios a la salud. Entre sus ventajas para el organismo están recomendables para las personas con osteoporosis, debido a su contenido de zinc. Este nutriente ayudaa retrasar el deterioro de la densidad mineral ósea.
Ayudan a las personas con artritis ya que reducen la inflamación, favorecen la salud de la próstata y pueden ser útiles, además, contra las dificultades para orinar, también disminuyen el riesgo de padecer cálculos renales.
Colaboran en el tratamiento para la nefritis y otras condiciones asociadas con el sistema urinario; esto se debe a su contenido encucurbitina, un aminoácido esencial que también mejora el funcionamiento de la vejiga.
Reducen los niveles de colesterol malo, gracias a su contenido de fitosteroles, pueden brindar protección contra ciertos tipos de cáncer.
Se utilizan también para eliminar los parásitos intestinales y son útiles en el tratamiento del síndrome del intestino irritable. Son una gran ayuda para mantenernos joviales. Lo más sorprendente espensar en cuántos beneficios para la salud perdemos al desecharlas.