Karelia Aray nos recibe y nos saluda en su lengua warao y en castellano. Esta joven indígena transmite en su mirada y en su hablar pausado toda la sabiduría y la cultura milenaria de los pueblos originarios, a los cuales representa como diputada en la Asamblea Nacional de Venezuela.
Lleva una pluma que adorna su frente, y tiene un penacho y un vestido con los tejidos de las fibras del moriche, el árbol de la vida de su pueblo warao, enclavado allá en el Estado del Delta Amacuro, eminentemente fluvial.
“Los pueblos indígenas han establecido su organización social desde la ancestralidad cuando nos concebimos como pueblos originarios, pero sólo desde 1999 somos más visibilizados a raíz de la inclusión y el reconocimiento que tenemos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. Antes no éramos tenidos en cuenta como ciudadanos del país, nuestra fuerza principal viene desde la Ley de Leyes de nuestra nación que identifica a la República Bolivariana de Venezuela como país multiétnico y pluricultural, y reconoce a los pueblos indígenas y afrodescendientes, en el capítulo 8 de la Constitución, el cual se dedica exclusivamente a los pueblos indígenas con nuestros derechos y deberes, por lo cual estamos agradecidos a este proyecto social”, nos dice Karelia.
Más adelante explica que “anteriormente para que los indígenas pudiéramos ser reconocidos como ciudadanos, debíamos estar “civilizados”, teníamos que hablar el castellano o haber estudiado en una de las instituciones del país, hoy la Constitución reconoce nuestra educación ancestral, no hay manual para enseñar a un niño cuándo y cómo sembrar o cazar, esto llega por los saberes ancestrales nuestros y esto se incluye en la Carta Magna”.
Entre otros datos, significa que el Estado Delta Amacuro, de donde proviene, es el territorio ancestral del pueblo warao y se piensa que allí el 40 % de su población es indígena warao, con más de 80 mil habitantes.
En el país hay 51 pueblos indígenas según Censo Poblacional del año 2011, el último que se hizo en Venezuela. Estos pueblos tienen sus costumbres, sus creencias, y siguen hoy en resistencia permanente por conservar sus esencias.
El pueblo warao es el más antiguo con más de 9 mil años de existencia, y conserva como el resto, sus prácticas ancestrales.
“Los 51 pueblos indígenas estamos organizados en territorios comunales indígenas, de acuerdo con el Ministerio del Poder Popular para los Pueblos indígenas, y según reza en la Constitución, tenemos 3 regiones, la del Oriente y la Sur con más de 20 pueblos indígenas cada uno, y la de Occidente con siete pueblos indígenas”.
Como le enseñaron su abuela y sus ancestros, esta joven adora la luna -otros pueblos y comunidades adoran el Sol- y sabe como propias las leyendas del nacimiento de su pueblo, que según se narra en la tradición oral, vivía en una dimensión más alta, es decir en el cielo o las nubes, un cazador descubre que hay vida en otro lugar y al intentar bajar, una mujer embarazada quedó atrapada, un grupo de waraos quedaron encima y desde entonces, aparece el lucero de la madrugada o estrella al amanecer, y la creencia de que habrá un reencuentro entre ambos grupos, y la esperanza de la vida después de la muerte.
Karelia se crió con esos mitos, pero desde muy pequeña fue también vocera de su gente amada, tiene en su computadora una foto de niña dialogando con el Presidente Hugo Chávez, y hoy trabaja con mucha devoción por su país, por su tierra, por sus pueblos.
“Los pueblos indígenas somos garantes de procesos sociales, somos Gobierno, contamos con un Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, que tienen promotores sociales; por ejemplo, más de 500 comunidades indígenas existen solo en el Estado del Delta Amacuro, y formamos parte de la toma de decisiones de nuestro país, tomos sumamos para elegir al Presidente de la República, todos fuimos garantes de la participación en las Elecciones para escoger a nuestros representantes en la Asamblea Nacional”, significa.
También precisa que las comunidades indígenas tienen tres líderes, con el idamo, (Jefe) al frente, esta organización ha cambiado pero con la Revolución se rescatan y respetan estas tradiciones, “contamos con Consejos Comunales Indígenas, líderes de calle, estructuras del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y de la Juventud del PSUV, y del Movimiento Indígena Unido de Venezuela en nuestras comunidades respetando las jerarquías, esto nos hace garantes de la conservación de la conservación de las culturas indígenas”.
Karelia Aray, diputada a la Asamblea Nacional de Venezuela, representante de los Pueblos Indígenas en el Oriente del país en ese órgano de Gobierno y Presidenta del Parlamento Indígena y Afrodescendiente de América del Grupo Parlamentario de Venezuela-Capítulo Venezuela, proviene de un pueblo de pescadores, cazadores y artesanos, con las curiaras, pequeñas embarcaciones como medio de transporte y las artesanías hermosas como carta de presentación. Hoy siente mucho orgullo por los derechos reivindicados por la Revolución Bolivariana.
“Nuestros pueblos indígenas son garantes principales de la soberanía nacional, establecido en la Constitución y en la realidad, estamos en Zulia, (fronteras con Colombia), en Amazonas y Bolívar (fronteras con Brasil), en el Esequibo (fronterizo con Guyana), con Sucre (en la frontera con el Mar Caribe y el Océano Atlántico), en la Guaira (con el Mar Caribe), es decir, todas las zonas fronterizas del país son los pueblos indígenas con hermanas y hermanos que garantizamos la soberanía nacional, por eso marchamos y defendemos el respeto a nuestra cosmogonía, a nuestro territorio. Desde que nuestro Presidente Hugo Chávez firmó el Acta Compromiso con los pueblos indígenas en 1998 (cuando todavía no era Presidente) y se comprometió a luchar con los pueblos indígenas por la reivindicación de sus derechos, desde entonces, hemos sido testigos de los avances, hemos sido ejemplo para el mundo”, manifiesta orgullosa.
NUESTRAS LUCHAS Y NUESTRO AGRADECIMIENTO
Karelia Aray insiste en que aún quedan luchas por delante, a pesar de los grandes esfuerzos del Gobierno Bolivariano por atender los derechos de los pueblos indígenas como parte indispensable de esa nación.
“Nosotros seguimos reclamando el derecho de nuestros pueblos a la no injerencia, somos los pueblos indígenas las principales víctimas del bloqueo, nuestro territorio ancestral es fluvial en su mayoría, cuando el imperialismo bloquea nuestra principal Empresa Petrolera, dejan de llegar beneficios a las comunidades indígenas que dependen del combustible”.
En sus palabras hay mucha ternura y sinceridad cuando agradece lo que se hace hoy por los pueblos originarios, y en ese sentido manifiesta que “hemos sido testigos del esfuerzo del Gobierno Bolivariano por ayudar a los pueblos indígenas, pese a los ataques constantes, al bloqueo, contamos con una clínica fluvial donde todos los días el personal médico está caños adentro atendiendo a los hermanos warao; todo ello hubiera sido más fácil si contáramos con el combustible, pero las medidas agresivas contra nuestro país nos afectan”, señala.
Y reconoce todo lo transitado en estos años de Revolución “ahí está el impacto de las acciones del Gobierno Bolivariano a nuestro favor, no es sólo la clínica fluvial, son los alimentos, las vacunas que llegan a estas comunidades, los servicios que se nos ofrecen, los pueblos indígenas somos agradecidos a esta Revolución que nos visibilizó y reivindicó y que sigue a nuestro lado, nos ayuda a seguir adelante y a mantener nuestras culturas, hemos dejado de vernos distintos, todos somos venezolanas y venezolanos, somos parte de las construcción de este país y que un warao esté hoy en una Alcaldía, en un Consejo Municipal, un Consejo Legislativo, en la Asamblea Nacional, eso es gracias a la visibilización que tuvimos con la Revolución Bolivariana”.
LOS DESAFÍOS DE UNA LÍDER INDÍGENA
Para Karelia Aray, hay muchos motivos de orgullo y también grandes retos y desafíos por delante para una mujer joven que representa a los suyos en el máximo órgano de gobierno de su querido país.
“Los desafíos no parecen tan grandes si el pueblo está de nuestro lado, el reto es cumplir el compromiso que hemos contraído, desde niña vi lideres y liderezas luchando por la reivindicación de nuestros pueblos, y con la Revolución vi los derechos que se nos concedieron, se nos escuchó. Como joven reconozco que además, la Revolución dio una gran oportunidad a las nuevas generaciones de ocupar espacios importantes, porque confía en que estamos preparadas para asumir estos espacios”.
Con orgullo cuenta que fue vocera de su comunidad a los 9 años, “vocera de mi parroquia a los 10 años y representante de mi municipio cuando tenía doce, luego asumí la responsabilidad de una vocería de mi Estado en materia indígena con muchos compromisos, con la visión de cómo podemos construir, proponer y llevar la voz de los pueblos indígenas de Venezuela”.
Puntualiza que “es la primera vez que el pueblo warao tiene a una mujer joven como diputada principal a la Asamblea Nacional, pero cada enseñanza de los camaradas indígenas que están allí nos demuestran que hay que fortalecer esas luchas, esos conocimientos, represento cinco Estados del país, cada uno con realidades distintas, con pueblos indígenas distintos, hay 18 pueblos indígenas en el Oriente del país, y soy la vocera de estos pueblos ante la Asamblea Nacional, nos sentimos preparados para asumir el compromiso, porque el pueblo nos sigue guiando, y vamos a las comunidades para escuchar abuelas y abuelos, a líderes y liderezas, y vamos a seguir yendo a esos lugares, porque de allá somos”.
LOS MEDICOS CUBANOS, UNA BENDICIÓN PARA LOS PUEBLOS INDÍGENAS
La llegada de los colaboradores médicos cubanos, también a las comunidades indígenas y a otras regiones de esta hermana nación ha sido una bendición, nos dice la líder indígena.
“Por eso quiero agradecer a nuestro hermano país Cuba por esta alianza con el pueblo de Venezuela, tenemos una experiencia bonita, en mi comunidad de San Francisco de Guayo, (ubicada selva adentro, casi a seis horas en lancha desde la capital del Delta Amacuro) le dimos la bienvenida de niña a los primeros médicos cubanos que llegaron a la comunidad. Hoy en Curiapo, capital de nuestro municipio Antonio Díaz contamos con médicos cubanos, y vemos la humanidad y el cariño que transmiten a las comunidades indígenas, es sentir que un venezolano nos está atendiendo, somos hermanos”.
Karelia asegura que es un aprendizaje mutuo, pues “estos médicos nos han ayudado mucho, y también han aprendido de nosotros, es increíble que hay cubanos que regresan hablando warao, aplicando una medicina ancestral nuestra, yo tuve una experiencia con un médico cubano, cuando era niña me picó una raya, mi papá me aplicó una hoja, los médicos cubanos me revisan y me preguntan ¿qué le echaron?, pues les causó admiración de que se veía la herida sin males mayores; incluso ellos pensaron que era ceniza lo que me habían aplicado en la piel, y mi padre les explicó que era una hoja, por supuesto, ellos quisieron ver la hoja, y otras plantas que sirven para las picaduras de raya, avispa, abeja y que impiden la inflamación, ellos quisieron aprender más, y fue muy bonito”.
Más adelante insiste en que es un proceso de intercambio de saberes “y esperando que se extienda esta reciprocidad, porque nos necesitamos como hermanos, quiero agradecer al pueblo cubano por el amor a los venezolanos, nosotros hemos garantizado la perpetuidad de los pueblos originarios, como base de la reconstrucción de nuestra historia, pero también la de ustedes, la de nuestro Sur, la del Caribe, y les damos las gracias por permitirnos llegar al pueblo de Cuba, estamos totalmente a la orden-como decimos en esta tierra-, aquí no distinguimos entre un país y otro, somos hermanos, somos un venezolano más, una venezolana más, para ustedes todo el agradecimiento y el cariño, las bendiciones en nombre de nuestros ancestros, con el permiso de los suyos, y la satisfacción de poder estar juntos siempre”.
Escuche y descargue desde nuestra plataforma de iVoox el trabajo de Dalia Reyes Perera