En las primeras horas de la madrugada del 4 de octubre de 1963, el ciclón Flora arribó al archipiélago por la actual provincia de Guantánamo, en una temporada considerada poco activa por la historiografía meteorológica. El suceso aparece en las bitácoras del país como un verdadero cataclismo.
Un investigador del tema en el propio escenario de la tragedia, el historiador Aldo Daniel Naranjo Tamayo, definió de impacto altamente devastador la llegada del huracán a Cuba, el cual solo unos días antes calificaba como una depresión tropical cercana a las Islas Cabo Verde.
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Miembro de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHC) en Granma, el ensayista y profesor Aldo Daniel Naranjo Tamayo, sostuvo que el evento hidrometeorológico, cuyo nombre se retiró de las listas de huracanes por su terrible secuela destructiva, permanecerá por siempre en la disquisición, en los libros y en la memoria popular.
El registro historiográfico subraya el Decreto 3356, firmado por el entonces Primer Ministro, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y por el Presidente de la República, Osvaldo Dorticós Torrado, que el 13 de octubre de 1963 declaró tres días de luto nacional por los más de mil fallecidos al paso del ciclón Flora.
Vea los detalles en el siguiente material El devastador ciclón Flora. 1963 Noticiero ICAIC No 175