Por Enio Echezábal Acosta
La jornada de viernes fue la mejor para Cuba en lo que va del Campeonato Mundial de Lucha de B, Serbia, luego que sus representantes del estilo grecorromano obtuvieran dos pasajes más hacia los Juegos Olímpicos de París 2024.
El primer gran momento del día para el Archipiélago llegó gracias a Gabriel Rosillo, quien se clasificó a la final de los 97 kilogramos (kg) después de sortear cuatro complicados obstáculos camino al duelo por el oro.
El santiaguero comenzó su recorrido en fase preliminar con una victoria por marcador de superioridad (9-1) sobre el alemán Peter Oehler Acto seguido, en la etapa de los 32 mejores, se las vio con Artur Sargsian, ruso que compite como neutral, el cual ya iba debajo 1-4 en el tanteador cuando una lesión le impidió continuar .
Durante los octavos de final, Rosillo tuvo que esforzarse al máximo para superar por pizarra de 6-4 a Rustam Assakalov, de Uzbequistán, sexto del ranking. Luego, en cuartos, le tocó medirse a otro escollo de gran nivel, el neutral bielorruso Abubakar Khaslakhanau, ante quien el antillano tuvo que volver a darlo todo para imponerse por pizarra de 8-5.
Por el pase a la final, Gabriel estuvo muy fino y doblegó por 3-0 a otro durísimo oponente como es el iraní Mohammadhadi Saravi, segundo del escalafón mundial. Con este triunfo de su lado, aseguró no solo su presencia en el match por el título de mañana, sino su boleto a los que serán sus segundos Juegos Olímpicos.
Un par de horas después llegó la segunda alegría cubana de la fecha, cuando Oscar Pino (130 kg) consiguió el bronce y también su boleto a la cita estival, tras vencer a Romas Fridrikas, de Lituania.
Para Pino esta fue su cuarta medalla en citas planetarias, luego de haber sido subcampeón en 2022 y sumar sendos bronces en las ediciones de 2017 y 2018.
Finalmente, Kevin de Armas, el tercer cubano en competir este viernes, perdió contra el azerí Nihat Mammadli en su primer pleito y quedó fuera de competencia ahí mismo en dieciseisavos de finals luego de que su victimario cediera dos rondas después, en cuartos.
Mañana sábado, subirán a los colchones los dos últimos luchadores de la modalidad clásica. El campeón olímpico Luis Orta (67 kg) está sembrado en dieciseisavos de final, en donde espera a su rival procedente de las clasificatorias.