En el noveno mes del año es costumbre que el país se torne una escuela, de ahí que los padres agradecen al gobierno cubano que garantice los recursos necesarios para desarrollar de forma óptima un nuevo curso escolar.
Septiembre trajo consigo una nueva etapa de estudios llena de retos que implican por igual a maestros, directivos de la escuela y de otros niveles, así como, a los propios estudiantes, que deberán dar lo mejor de si para vencer las dificultades que se presentarán .Los niños, adolescentes y jóvenes cubanos ya están en las aulas
Abrazados al conocimiento, de manos de sus maestros y familia pasarán la nueva etapa los estudiantes en los diferentes niveles educativos; se dedicarán al estudio, la investigación, y consultas de libros. Al final de tanta dedicación los resultados serán fructíferos a favor del aprendizaje.
La educación cubana se propone alcanzar la excelencia y esa es una condición que se logra con el esfuerzo de todos. Elevar la preparación de los maestros será esencial para que cada vez más las clases sean mejores, que es decir, sustanciosas y atractivas para los alumnos.
La escuela y la comunidad forman un perfecto binomio. En función de esto estarán las principales instituciones culturales y las referidas a la historia, con vistas a que los estudiantes se formen de manera integral.
Se trata de que también acudan a instituciones culturales como museos y casas de cultura, entre otros, desde las primeras edades para aprender las diferentes manifestaciones artísticas ,además, de disfrutar de piezas y documentos valiosos que se exhiben; en ocasiones hasta del propio edificio de valor arquitectónico que encierra la institución; también de que disfruten de un espectáculo artístico, y desde su asiento aprecien en silencio de una función de ballet , de teatro o la interpretación de un coro o un solista.
Algo similar a un contagio sucederá con las familias, que acompañarán a sus hijos en el interés por ser cada vez más cultos.
Las comunidades tienen infinitas maneras de acercarse a los más jóvenes, desde las casas de cultura, los joven clubs de computación y las bibliotecas, que resultan centros que irradian cultura.
Otro empeño del cual es aliada la comunidad es la formación vocacional, ya que en esta están ubicados diversos centros laborales en los que trabajan especialistas de diferentes ramas de la economía y los servicios con una vasta experiencia que con complacencia trasladarán a los más jóvenes que los visiten.
Un elemento que está presente en los barrios es la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, donde los más jóvenes pueden intercambiar con aquellos que tuvieron la oportunidad de participar en las grandes batallas de la Patria, entre las que sobresalen Playa Girón y la lucha clandestina, así como, acontecimientos históricos como fue la Campaña Nacional de Alfabetización en 1961.
Estamos en presencia de un curso escolar lleno de expectativas, rico en acontecimientos y experiencias que aportarán nuevos elementos, para que los que les sigan sean cada vez mejores en el objetivo de alcanzar la calidad del proceso docente educativo, y a la vuelta de los años, graduar profesionales altamente calificados, formados en valores humanistas y revolucionarios que permitan tener un país más próspero y desarrollado.
Llegó septiembre y con este la alegría de un nuevo curso escolar que a todos involucra.