La Habana- El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y varios usuarios de Twitter recordaron hoy el fallecimiento este día de 1982 del Canciller de la Dignidad, Raúl Roa, primer titular del ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Al evocar la obra de Roa, el mandatario cubano citó al intelectual Armando Hart, quien afirmó una vez que no se puede escribir la historia de la diplomacia moderna en el mundo, sin recoger las luchas y la obra del Canciller de la Dignidad.
“Nuestro recuerdo hoy para Raúl Roa, su voz en defensa de Cuba y de su Revolución aún estremece, escribió el jefe de Estado antillano.
En tanto el funcionario del Comité Central de Partido Comunista de Cuba Enrique Villuenda trajo a colación una pintoresca anécdota que caracteriza el fino humor criollo de quien destruía las mentiras del imperialismo y defendía con intransigencia la soberanía e independencia de Cuba.
“Roa conducía la reunión. El yanqui pedía insistentemente la palabra. Cuando Roa se la dio, dijo: «Tiene la palabra el delegado de EEUU, pero sin guapería». No murió el 6 de julio de 1982: vive en nuestros diplomáticos, que hoy plantan, remarcó Villuenda.
Por su parte la usuaria de esa red social, Aracelys Gonzales recordó una sentencia del propio Raúl Roa: «Todo el que cumple con su tiempo lleva en sí una partícula de eternidad”; y cerró su tuit afirmando que él cumplió con su tiempo y se hizo eterno. Honrar honra”, añadió.
“Homenaje al Canciller de la Dignidad, Raúl Roa García. Uno de los artífices de la respetada y admirada política exterior de la Revolución Cubana”, escribió también en Twitter el internauta Giraldo Martín.
Roa fungió primero como embajador de la Isla en la Organización de Estados Americanos (OEA) y luego ministro de Estado, lo que pasaría a ser más adelante, ministro de Relaciones Exteriores.
Al Canciller de la Dignidad se le reconoce como un intérprete idóneo de la concepción del líder histórico Fidel Castro sobre la diplomacia revolucionaria. En nombre de esos principios defendió con vehemencia la verdad del naciente proyecto social cubano ante enemigos ideológicos en la OEA, la ONU y diversos organismos internacionales.
La elocuencia de su verbo vibrante y mordaz, proporcionó voz a las causas justas de América y de los pueblos oprimidos en todo el mundo. En su rol de exponente de la política exterior de Cuba, trascendieron espectaculares batallas de la oratoria como en los momentos dramáticos de la invasión de Girón y durante la Crisis de Octubre.
(Fuente: Prensa Latina)