La situación meteorológica que afecta a las regiones central y oriental del país caracteriza por la ocurrencia de intensas y sostenidas lluvias, hace que se mantengan activados varios Grupos Temporales de Trabajo para monitorear y asumir a tiempo medidas puntuales en cada territorio impactado.
De hecho, en provincias como Camagüey, desde hace varias semanas, incluso antes de comenzar el actual mes de Junio, llovía ya casi a diario lo que provoca, en estas condiciones, que los suelos estén saturados de agua y que particularmente las viviendas en regular o mal estado sientan los rigores de las permanentes precipitaciones. Así pudiera ocurrir en otros territorios para los que se están pronosticando intensas lluvias que pudieran rebasar dígitos significativos.
El país de manera general mantenía antes de comenzar el período lluvioso, promedios de lluvias por debajo de lo esperado, y si tomamos en cuenta la situación que pueden dejar las precipitaciones para los embalses y la agricultura, el resultado debe ser beneficioso.
No obstante, es un hecho para ser monitoreado permanentemente. En el caso de la población por el impacto que pueda traer en zonas identificadas como vulnerables, o donde el estado habitacional esté de regular a malo, o en el aseguramiento de productos vitales para la población dígase de la llamada canasta básica que requieren del almacenamiento en sitios altos y seguros para evitar males mayores-
Según se ha pronosticado, las lluvias continuarán hasta finales de semana con mucha intensidad, lo que implica que si caen altos volúmenes, el agua que escurra de las montañas, zonas donde más debe precipitar, tendrá efectos en zonas abajo, otro fenómeno que hay que prever por las posibles crecidas de ríos o arroyos o la ubicación de asentamientos poblacionales aledaños a esas áreas.
No son fenómenos nuevos para el país. Y por lo general las zonas más vulnerables se conocen, lo que implica anticiparnos en la protección de recursos y vidas humanas para lograr mayores niveles de protección.
Se ha dicho igualmente que la actual temporada ciclónica no debe ser muy activa, pero también sabemos por experiencia que la ubicación geográfica de nuestro archipiélago produce lo que conocemos por vaguadas que traen mucha agua en períodos cortos y eso provoca efectos locales similares a una tormenta tropical, sin vientos.
De ahí no subestimar nada, adelantarnos, buscar e implementar las medidas más adecuadas en cada lugar en dependencia de la apreciación de la situación y muy importante, mantener informada a la población.
Después de un largo período de sequía en varios territorios, las precipitaciones son beneficiosas, aunque no debemos subestimarlas.