El tabaco no solo constituye un importante rubro exportable sino que su cultivo forma de las tradiciones de la cultura cubana. Una industria que se prestigia por el buen hacer y cuyos productos son avalados a nivel internacional.
El director de producción de la fábrica ETT, José Martí, H Upmann, Yoan Guerrero Curbera, es uno de los jóvenes que fomenta su gusto por el tratamiento de la hoja de tabaco y como desde el arte lograr su trasformación en un producto agradable a la vista y a la fumada, “comencé como torcedor y trabajé con diferentes vitolas de galeras. En fábrica las vitolas tienen categoría y transitar por cada una de ellas es un paso de avance en tu desarrollo profesional”.
Para Guerrero Curbera, quien ha transitado por varias especialidades en la fábrica, recuerda con agrado su etapa como catador. Reconoce lo complejo de esta actividad y los sacrificios que conlleva. Se refirió a la trasformación de la hoja desde su cultivo en el campo hasta que llega a las manos del torcedor, incluso aludió al tiempo en que se conserva en cajas y como estos adquieren otras características hasta el encendido final”.
Su gusto por la aromática hoja viene desde su niñez. Su madre Julia Curbera Quindelan, encargada del almacén de materias primas, comenzó a trabajar en la fábrica desde bien joven. Aun cuando es maestra de profesión dice sentirse agradecida y horrada por ser torcedora, “si yo volviera a nacer vivirá la misma experiencia porque me he sentido realizada”.
Sus logros la llevaron rápidamente a ocupar nuevas responsabilidades y es seleccionada para la bolsa de torcedores que viajan por el mundo, en donde visitó países de Europa y Latinoamérica, “el trabajo en el extranjero es bien complejo porque los compradores te observan todo el tiempo y valoran tus habilidades como torcedor a mano. De ahí el prestigio de las marcas y los puros cubanos”.
Supo trasmitir con acierto sus experiencias laborales. Trabajar junto a su hijo ha sido retador y una vivencia de aprendizaje continúa desde la exigencia. En su etapa de estudiante iba por su puesto de trabajo y le indicaba como hacerlo mejor y los profesores siempre la requerían, “mamá vaya para su puesto”. Hoy me siento orgullosa de sus logros y creo que desde la casa él fue cultivando el gusto por esta actividad.
Ante los elogios de su madre, Joan rememora su infancia y las buenas experiencias vividas en la fábrica durante el plan vacacional. Las amistades surgidas en ese periodo, corretear por los pasillos de la fábrica y husmear en cada uno de los departamentos fueron forjando su pasión por este lugar, “para mí fue muy fácil empezar aquí porque sentía estar en familia”.
Hoy 29 de Mayo se celebra el día del trabajador tabacalero en homenaje al natalicio de líder del sector, Lázaro Peña y como él muchos otros hombres y mujeres siguen la tradición de cultiva el mejor tabaco del mundo.
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