La maravilla de leer un libro la conocen sólo aquellos que dedican parte de su tiempo al útil ejercicio. La destacada intelectual cubana María Dolores Ortiz destacó sobre este hábito que la lectura constituye uno de los placeres incomparables que reconforta a las personas, ya que las hace vivir otras vidas y épocas y les ocupa el tiempo de forma sana, entretenida y útil.
Es a la vez fuente de infinito conocimiento- aseveró la destacada docente universitaria,quienes tienen ese buen hábito se sienten plenos y cuentan con una forma más para ser felices.
El invento de la imprenta de tipos móviles supuso un importante hito en la historia del libro y, por tanto, de la cultura.Fueron muchas las mejoras que trajo la imprenta, entre las más importantes destacan crear más copias de un libro y en menos tiempo del empleado por los monjes copistas, que podían llegar a tardar años en copiar un solo libro.
Como otras ventajas está poner al alcance de un mayor número de personas el contenido de los manuscritos, que hasta entonces eran de acceso limitado.
El abaratamiento del precio del libro posibilitó acercar la lectura y el saber a más gente, permitió una mayor difusión de los descubrimientos científicos y de la literatura de entretenimiento en lenguas vernáculas, es decir, de las lenguas nativas, propias del país.
La inventó el alemán Johannes Gutenberg en la mitad del siglo XV- 1400-; cien años después funcionaban en toda Europa de manera masiva. Se reconoce el acontecimiento como crucial en la historia del libro.
Entre las motivaciones que favorecieron la aparición de la imprenta figura un interés creciente por la lectura y por el conocimiento en general. Además las innovaciones que surgían en los procesos mecánicos e industriales permitieron su construcción.
Se le denomina imprenta de tipos móviles porque para componer los textos se utilizaban letras sueltas. Cada carácter y símbolo era grabado en una pieza de metal, que podían combinarse entre sí para crear el texto que se quisiera. Una vez usadas se volvían a guardar en sus respectivos cajetines hasta que fuese necesario volverlas a usar para componer otros textos.
Sin embargo, construir la primera imprenta no fue fácil. Gutenberg se tuvo que enfrentar a problemas, tanto técnicos como económicos y le llevo más de 20 años. Este proceso fue tan complejo, que la técnica de componer o imprimir libros no varió sustancialmente hasta el siglo diecinueve.
Construir la prensa o máquina de imprimir fue uno de los problemas que surgieron. Para ello se basó en la prensa utilizada para prensar el vino, la grabación de los punzones de las letras y la matriz, conseguida por presión del punzón sobre un metal maleable que fundiera con rapidez y admitiera el mayor número de presiones.
El período de fundación de la tipografía cubana abarca un lapso del siglo XVIII, cuyos límites no son fáciles de precisar. Si se atiene a una cómoda división por siglos diríamos que dura cerca de ochenta años el tiempo que va desde la introducción de la imprenta hasta el filo del siglo XIX.
La creación de la industria editorial cubana el 31 de marzo de 1959 fue un reto para la Revolución. Antes de este momento la edición de libros en la Isla era muy limitada. Escritores había, pero muchos tenían que publicar en el extranjero Ese día se crea la Imprenta Nacional de Cuba, dirigida por el destacado escritor Alejo Carpentier
Inaugurada por Fidel, esta publicó el primer libro editado por la Revolución: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra, del cual se imprimieron 100 mil ejemplares y se puso a la venta por 25 centavos.
Un sitio web consultado afirma que fue la Revolución la que dotó al movimiento de escritores cubanos de instituciones para que vieran realizada su obra y le brindó al pueblo la posibilidad de tener acceso a numerosos textos de la literatura universal y de escritores de otras latitudes, además de reproducir muchos libros con fines docentes.
En 1962 es creada la Editora Nacional de Cuba, que cinco años después dio paso al Instituto Cubano del Libro. El libro cubano y con este el conjunto de editoriales, distribuidas incluso a nivel de provincia y municipio ,permitieron editar volúmenes de distintas temáticas.
La Feria Internacional del Libro de La Habana constituye una fiesta cultural que llega cada año a los lugares más distantes del país y en la que se venden millones de títulos de las más diversas materias y de amplia aceptación popular.
La imprenta desempeñó un papel trascendental en la formación de una cultura universal y en el proceso educacional de todos los países.