La Habana– La narración y el comentario deportivo están de luto. A los 82 años de edad pasó a la inmortalidad, Roberto Aniceto Pacheco Martínez, quien durante más de cinco décadas narró para Radio Rebelde , con estilo cubanísimo, las hazañas de dos deportes que marcan a los cubanos: el béisbol y el boxeo.
La primera vez que le escuché la voz a Pacheco fuera de las ondas del éter fue a finales de los 90 del pasado siglo. Era un inquieto niño de apenas 10 años entre las cientos de personas que se congregaron en el céntrico Parque Martí para polemizar sobre nuestra Serie Nacional en el programa Deportivamente, que se originaba desde predios avileños. Quién diría que 20 años después compartiría la descripción de un juego de béisbol y la cabina de Radio Rebelde, con esta icónica figura de la narración deportiva, que admiraba desde mi infancia.
El hijo ilustre de 6 municipios de Cuba resalta entre los narradores deportivos por su peculiar manera de, entre lanzamiento y lanzamiento, insertar frases que identifican el folclore de esta Isla. Por eso son miles los que le recuerdan como dicharachero.
Nunca imaginó aquel joven que tiró la “guataca” en Caimito de Guayabal, actual provincia de Artemisa, como le gustaba decir cuando salió con una mochila llena de sueños para La Habana, que asistiría a 6 Juegos Olímpicos, 10 Panamericanos e igual cantidad de Centroamericanos y del Caribe, 4 Clásicos Mundiales, más innumerables Campeonatos Mundiales de Boxeo y Béisbol.
Aunque el béisbol, resultó el centro de su vida por cerca de 60 años, siempre tuvo tiempo para compartir con la familia y sus amistades.
Pacheco es de los agradecidos, consideró al Comandante en Jefe su ídolo, en muchas ocasiones le escuché contar con orgullo las experiencias compartidas con Fidel.
Premio Nacional la Radio Cubana, Artista de Emérito, la Medalla Mártires de Barbados del INDER, la Raúl Gómez García del Sindicato Nacional de la Cultura, la Félix Elmuza de la UPEC y el Premio Abelardo Raidi, entregado por la Asociación de Periodistas Deportivos de América (AIPS) constituyen parte del amplio palmarés de su vida, pero su mayor premio, el que más le honraba era el cariño de los oyentes.
Ya no escucharemos más el trío de los paticos en la cuenta de los bateadores, ni café poquito, cigarro ninguno y ron con moderación, ni la mujer que fuma envejece más temprano ¡déjalo y ven para Rebelde!, ya no reiremos con sus ocurrentes piropos en medio de una cuenta completa: “churi viste esa curveadora” lo ha sacado de la rutina de bolas y strikes o el maestro póngale música, cuando la pelota se va de jonrón.
Para Roberto Pacheco, siempre fui Willy, sí, porque ya había muchos Guillermo y tenía que tener un nombre artístico. A él le agradezco sabios consejos, el apoyo y sobre todo la inspiración.
51 años dedicó a radio Rebelde, Roberto Pacheco. Nos deja físicamente el cubanísimo narrador deportivo, amigo y maestro. Tu carisma sabroso, principios revolucionarios y pasión por el béisbol y el boxeo quedarán para siempre en el pueblo cubano.