Ciénaga de Zapata, Matanzas.- La colocación de transmisores satelitales demuestra su efectividad para monitorear ejemplares de cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer) recién liberados en este humedal, el mayor del Caribe insular, en favor de la reintroducción de la especie endémica a su hábitat.
Gracias a la tecnología donada por un proyecto internacional, los expertos cuentan con nuevas herramientas para obtener datos acerca de la movilidad del Crocodylus rhombifer, exclusivo de la isla caribeña, y cuyas mayores poblaciones se encuentran en esta región del sur de la provincia de Matanzas
Pablo Bouza Rodríguez, director de la Empresa para la Conservación de la Ciénaga de Zapata (Ecocienzap), declaró en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que un equipo de biólogos realiza el seguimiento, en tiempo real, mediante una aplicación para móviles.
Siete meses atrás realizamos la primera experiencia al soltar tres animales equipados con transmisores satelitales en Salinas de Brito, importante ecosistema de lagunas y marismas, y hace pocos días le siguieron otros dos en el Refugio de Fauna Canales de Hanábana, señaló.
Los esfuerzos para reintroducir la especie a su medio natural, a partir de animales nacidos en el criadero ubicado cerca del complejo turístico Boca Guamá, datan del año 2016, cuando se puso en libertad un primer grupo de un centenar de cocodrilos.
Bouza Rodríguez explicó que Canales del Hanábana albergó en el pasado la mayor población de Crocodylus rhombifer de toda la Ciénaga de Zapata, y entre los años 1910 y 1933 más de 90 mil de esos reptiles se extrajeron de la zona, muy explotada luego con fines agrícolas y turísticos.
Refirió que gracias al donativo se obtuvo también un laboratorio para estudiar la sangre de los saurios, pues otra de las salidas del proyecto es introducir machos salvajes al criadero para reducir los problemas de salud derivados de la consanguinidad.
La especie cocodrilo cubano está amenazada por la pérdida de integridad genética debido a la hibridación con el cocodrilo americano (Crocodylus acutus), y la caza ilegal motivada por la demanda de su carne y la venta de souvenirs, a lo que se añadirá el cambio climático.
(Fuente: Agencia Cubana de Noticias)