Hoy triste y completamente olvidada, yo diría que en aquella década prodigiosa fue la primera cantante europea que constituyó un verdadero suceso en todo el país. Estuvo a pupilo en todas partes sin descanso.
En aquellos primeros años de esa invasión musical muchos creímos que era italiana por el tono de su voz y por las canciones que interpretaba, incluso, supongo que sirvió de ayuda a muchas voces del patio para poder interpretar mejor lo que nos llegaba de Italia.
Era Renata, con una carrera musical que se encuadra en la segunda fila del ye yé español, sin conseguir nunca un gran éxito de público y ventas, pero manteniendo durante varios años una actividad continuada de galas, grabaciones y esporádicas apariciones televisivas.
El caso de Renata es arquetípico de toda una generación de chicas. De verdadero nombre Magdalena Serra, había nacido en la comarca catalana de Tarragona, y como tantas aspirantes a estrella pronto comenzó a peregrinar por emisoras de radio donde se inscribía en todos los concursos de la época. Su ocasión llegaría en el programa “La Comarca nos Visita” que cada domingo por la mañana se emitía desde Radio Barcelona. Ahí Magdalena actuó en varias ocasiones durante 1963 y 1964.
Pero el contrato no acababa de llegar y fue por fin el Festival de Eurovisión de 1965, ganado por France Gall y su “Muñeca de cera”, le va a suponer el debut. Un debut por partida doble, pues simultáneamente se hace una edición bilingüe titulada genéricamente “La Voz del Momento”, con la versión en su propio idioma de la canción “La Niña de Cera”.
Desde luego, Renata no fue la única en traer a España estos temas internacionales, pero fue encasillada ipso facto en la categoría de versioneras y muy poco después echaba a rodar “Chica Ye Ye, El Mundo, “ Siluetas y Me lo Dijo Pérez.
El año 1965 lo cubre con seis discos en el breve espacio de siete meses, lo que la convierte en habitual de los programas juveniles de la radio. El siguiente paso eran los festivales de la canción y en Benidorm no pasó de las semifinales. En el Festival de Aranda de Duero alcanza el tercer puesto y el próximo disco va buscando cosas de San Remo.
A partir de 1968 se evidencia la falta de evolución de la cantante y sus productores, por lo que desaparece toda referencia sobre una artista que tuvo muy pocas oportunidades de grabar temas originales y se vio obligada a servir siempre de segundo plato para los temas que triunfaban en Italia y Francia.
Para recordar mejor a Renata está uno de sus principales temas entre nosotros, la canción de Donaggio y Palavicini «Yo que no que no vivo sin ti», aunque es muy interesante escucharla en idioma catalán.
Para tragedia de Renata, existe otra cantante mejicana con el mismo nombre que también desarrolló su carrera en aquellos años 60.
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