La mayoría de las personas elogian a la menta por los beneficios que les brinda. De fácil reproducción, se afirma que cada jardín debería tener una planta de este tipo.
Muchos afirman que es como poseer un tesoro para quienes sean dueños de esta… De ahí la importancia de descubrir: ¿qué hay de cierto en ello?
Según la mitología griega, la ninfa Mintha fue transformada en planta por Proserpina, que –celosa de ella– la transformó en flor. Tanto en latín como en griego, minthe deriva de una lengua muy anterior al indoeuropeo. El nombre de la especie, piperita, proviene del latín moderno piperitus que significa «picante».
Más allá de la historia de sus orígenes mitológicos, no se sabe con certeza absoluta dónde surgió la bondadosa planta; sin embargo, se cree que fue entre Europa, Oriente Medio y China. Una cosa sí es cierta: en el antiguo Egipto, se cultivaba y utilizaba ampliamente como medicina.
Lo sabemos gracias al papiro de Ebers, encontrado en 1862 y que data de alrededor de 1550 a. C., en el que se enumeran más de 600 especies de plantas en uso en ese período histórico, recogidas en un escrito de unos veinte metros de largo.
El papiro de Ebers es considerado uno de los registros más antiguos y extensos de la historia médica egipcia. Presenta una vívida ventana al mundo de la medicina del antiguo Egipto y refleja una combinación de lo científico (conocido como método racional) y lo mágico-religioso (acreditado como método irracional).
Ha sido ampliamente estudiado, traducido casi cinco veces y reconocido por dar mucha información al mundo cultural de los siglos XIV a XVI del antiguo Egipto. En ese momento, se conocían sus propiedades digestivas y, probablemente, su cultivo ya se practicaba en Mesopotamia, incluso, si no hay fuentes fiables que puedan corroborarlo.
Posteriormente también se encuentran referencias a esta planta en la Biblia, de la cual, gracias a algunos pasajes, podemos deducir que los judíos no sólo la cultivaron, sino que también le impusieron algún que otro impuesto.
Existen tres tipos de menta: piperita, hierbabuena y poleo, y tiene de 13 a 18 especies.
Las hojas de la menta se han utilizado para una gran diversidad de productos. Sin embargo, puede consumirse de forma natural y como té o aderezo en las comidas. Sus propiedades le aportan grandes beneficios a la salud.
El efecto refrescante de la menta alivia la irritación de la garganta, combate la tos crónica y es un bálsamo para descongestionar la nariz. En este sentido, puedes encontrar algunos comprimidos para chupar menta.
Sus infusiones se han utilizado desde tiempos remotos para aliviar la hinchazón abdominal y los cólicos. Por tanto, alivia los gases y permite digerir las comidas pesadas. Un aspecto destacado es que, de acuerdo con algunos estudios, al proporcionar una mejor digestión combate el estreñimiento.
Sus propiedades no se limitan a su aroma fresco. En realidad, se le atribuyen propiedades descongestionantes, estimulantes y antisépticas. Por lo tanto, es ampliamente usado en la medicina natural. Sus deliciosas hojas contienen nutrientes, de tal forma que algunos la utilizan como aderezo para sus obras culinarias.
En tanto, sus propiedades expectorantes, descongestionantes y antisépticas permiten que sea útil en caso de resfriado común, así como en pacientes que padecen bronquitis o asma, pues facilita la expulsión de la mucosidad. Trata la gripe y los resfriados. También alivia la piel y los dolores articulares.
Puede usarse de forma tópica en la piel, lo que puede aliviar dolores musculares como la espalda, calmar la irritación de las picaduras de insectos y tratar hongos en las uñas, entre otras utilidades.
La menta es una de las plantas más utilizada por la población.