LA HABANA, CUBA.- Si alguien lo pone en dudas, que le pregunten a Ermidelio Urrutia y sus muchachos, quienes llegaron a la Isla de la Juventud inspirados por las dos victoria sobre Pinar del Río en el Capitán San Luis.

A la primera de cambio llegaron los aguaceros en la tercera entrada, donde el abridor Wilbert Verdecia recibió soberano castigo y los anfitriones anotaron siete veces en un abrir y cerrar de ojos.

Las Tunas amenazó e incluso acumuló cuatro rayas en total, pero no fue suficiente ante el pitcheo conjugado del abridor Alieski Pereda y oportuno relevo de Danni Aguilera para redondear el importante cero del noveno.

Michel Enríquez volvió a batear dos indiscutibles en cinco turnos al bate y ahora mantiene promedio de 500, un buen síntoma para los planes del director Armando Johnson, quien el pasado año solo pudo contar con él en la segunda parte del calendario regular.

Estoy convencido que la victoria de los pineros no fue obra de la casualidad ni muchos menos y repetirán esas actuaciones contra rivales más poderosos hasta concluir la justa. Ojo con la Isla de la Juventud…