La Habana, Cuba.- Muchos seguidores del banderín que defiende Santiago de Cuba en la 48 Serie Nacional buscan explicaciones a la inestabilidad del equipo en el inicio de la contienda, hasta el punto de ubicarse en la sexta posición de la zona oriental, con increíble balance (8-10).

Los números son claro al respecto y por esta fecha, un año atrás, los indiscutibles líderes de la pasada campaña marchaban seguros, confiados, como ocurrió, hacia la conquista de segundo banderín consecutivo, bajo el mando de Antonio Pacheco.

Por ejemplo, la ofensiva constituyó el renglón básico de la ofensiva y en ningún momento el promedio bajó de los 300 y, en esta oportunidad, ocurre todo lo contrario, porque la entonces denominada Aplanadora, también marcaba el paso en extrabases conectados y las carreras anotadas.

La cifra de ocho cuadrangulares se antoja ridícula y las 88 carreras anotadas dejan promedio de 5.15 al concluir la jornada dominical, frente a las 84 permitidas por sus lanzadores, de ellas 68 limpias.

El único departamento con estadísticas destacadas es el del pitcheo, primero del torneo con 984, muy superior a la media (974).

De momento, sobran las palabras y prefiero entregar a sus seguidores los datos para que establezcan las correspondientes comparaciones.