La Habana, Cuba.- Matanzas con el debutante mentor Wilfredo Menéndez sigue sin poner los pies en el piso y lleva cinco fracasos en línea recta, uno más que Metropolitanos y Cienfuegos, todos aspirantes a abandonar el oscuro sótano.

La reseña del choque debe incluir que Ciego de Ávila en todo momento sacó buen provecho ante un equipo de limitadas posibilidades en todos los órdenes, sobre todo entre los tiradores y los defensores.

Anoche cometieron tres pifias y marchan a la cabeza en ese incómodo capítulo, algo que parece difícil de superar a corto plazo, de persistir las deficiencias detrás del plato y en la defensa de cuadro.

En realidad, la tarea de los yumurinos es la denominada del indio, porque debutaron contra Villa Clara en el parque Augusto César Sandino y después viajaron hacia los predios de José Ramón Cepero.

La tropa de Roger Machado utiliza sus mejores armas en cada salida, por aquello de quien da primero da dos veces y ahora presentan balance de 4-1 en la primera semana del campeonato.

Ciego de Ávila no debe afrontar problemas para llegar a las 50 victorias como mínimo en un calendario clasificatorio de 90 choques, una cifra que se antojo clave para quienes buscar pasar a la postemporada.

En cuanto a Matanzas primero están obligados a poner en número a la casa antes de hablar del futuro por supuesto, sin perder de vista que no disponen de la profundidad necesaria en ningún renglón.