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                             Diego Méndez  
                              Redacción deportiva de Radio Rebelde  
                              diego@radiorebelde.icrt.cu                              
                            ¿Un juego oficial de Béisbol sin árbitros? 
                                22 de Mayo de 2009, 10:10 a.m. 
                            La  Habana, Cuba.- De Béisbol en Cuba se habla o escribe todos los días, pero  fundamentalmente de los peloteros y de los equipos. Muy pocas referencias se  hacen al arbitraje y menos elogiosas, algo que nos parece injusto, porque se  trata de un aspecto esencial para el desarrollo de un juego o campeonato y  sumamente difícil e ingrato. 
                            Los  árbitros deben tomar decisiones en fracciones de segundo y la inmensa mayoría  de ellas, son acertadas. Las excepciones, son contadísimas. Por ejemplo, en  estos play off de la Serie Nacional,  en la mayoría de los juegos los encargados de impartir justicia ni se han  notado, lo que quiere decir que el trabajo ha sido bueno. 
                            Han  tenido alguna que otra equivocación, cantidad mínima si tenemos en cuenta que  en un juego se deben decidir cientos de situaciones: más de 200 lanzamientos de  los serpentineros de los dos equipos, los outs o quietos, los batazos de foul y  los buenos, si una conexión se capturó de aire o si picó, si un batazo se fue  de jonrón o después de picar; en definitiva, unas 300 decisiones o más, por  juego. ¿Y quien no se equivoca? ¿Quién es infalible? Nadie está excepto del  error. 
                            En  resumen, felicitamos a todos nuestros árbitros. Hacen un gran esfuerzo y la  recompensa es casi inexistente. En ocasiones, se reúnen y rectifican. Muchas  veces resuelven satisfactoriamente las fuertes reclamaciones de los directores.  En definitiva, merecen un adecuado reconocimiento y la mayor comprensión de  todos los protagonistas.  
                            En  realidad, se protesta demasiado. Muchas veces los bateadores le tiran a la mala  y dejan pasar la buena, y entonces se molestan con la decisión del árbitro  principal. Todos debemos luchar por tratar de no cometer errores. Créanme, es  algo muy difícil. 
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