Con Santiago hay que contar
Jorge Alfonso
Colaborador de Rebelde
20 de Noviembre de 2008, 3:10 p.m.
La Habana, Cuba.- Tal vez algunos pongan en dudas las líneas precedentes y consideren que los discípulos de Antonio Pacheco no podrán imponer una nueva marca de gallardetes conquistados en el máximo clásico beisbolero.
Sin embargo, dos razones permiten garantizar que llevan todas las de ganar, aunque tampoco el redactor desconoce las posibilidades de los restante 13 conjuntos envueltos en la batalla.
En primer lugar, la victoria de los santiagueros el pasado año no dejó siquiera el más ligero asomo de dudas, porque fue de punta a punta. Tampoco es posible pasar por alto que en la última década resulta el seleccionado con mayor cantidad de celebraciones (6).
Podemos añadir que a lo largo de esas diez campañas, las distintas ediciones celebraron en total 1015 desafíos correspondientes a las distintas etapas y consiguieron balance de 627-388, lo cual significa un sobresaliente promedio de 61.7 por ciento. ¿Convence el dato?
Entonces, analicemos la composición actual y encontraremos algunos lunares muy importantes. Por ejemplo, hace rato Rolando Meriño cumple con creces la defensa de la receptoría y en la campaña pesada llevó también buena parte de la responsabilidad ofensiva, junto al jardinero derecho Alexei Bell.
Meriño cumplirá 38 años y el peso del almanaque no perdona, sobre todo en la difícil responsabilidad de trabajar detrás del plato. Alexis Durruty, el posible sustituto, asistirá la séptima campaña y apenas suma 401 turnos al bate, con discreto promedio de 242.
La sorpresiva salida del veterano Ormari Romero, luego de 19 temporadas (194-124), deja en solitario como certero baluarte del pitcheo a Norge Luis Vera, el lanzador que presenta el mejor promedio de ganados y perdidos histórico (152-57-721) en 1 788.1 entradas y efectividad de 2.61.
El anunciado regreso de Danny Betancourt, después de tres certámenes sin números destacables, constituye un buen síntoma, en caso de presentarse a la altura que necesita el mentor Antonio Pacheco.
Dentro del propio renglón monticular, se impone la mención al joven Reinier Roibal, quien asiste al tercer campeonato y en los dos anteriores exhibió formidable velocidad y parece listo para empeños mayores.
La situación de los monarcas en el pitcheo a lo largo de la pasada justa podemos considerarla bien discreta, pues el promedio de (4.64) no es propio de los mejores en la contienda.
En tal sentido, el imparable empuje ofensivo echó a un lado las posibles dificultades y permitió que salieran airosos a fuerza de batazos hacia todas las direcciones, incluidos (31 jonrones y 111 carreras impulsadas) en el calendario regular de 90 choques.
Mientras que en el orden colectivo anotaron 687 veces para promediar 7.6 carreras por juego, por mucho superior al más cercano, Las Tunas (584).
Santiago de Cuba debe ganar en la zona oriental, nuevamente por amplio margen y discutir el pase a la final contra Villa Clara, equipo, que al menos en el papel, lo consideramos como serio oponente. |