La Habana, Cuba.- Acaba de concluir el Segundo  Clásico Mundial de Béisbol, pero se seguirá hablando de este extraordinario  evento durante mucho tiempo, incluso, durante la Serie Nacional, que se  reanudará el próximo viernes.
                                  A todos los internautas que frecuentemente visitan  esta página digital, o a los que lo hacen esporádicamente, les comento que el  tema beisbolero es la comidilla en todo nuestro archipiélago, y se producen las  más candentes polémicas por muchísimas decisiones de los directores de equipos  y por buenas o malas jugadas apreciadas en los 39 juegos del Clásico.
                                  Un amigo aficionado, en la capitalina calzada de 10  de octubre, me preguntó ayer que si yo consideraba que el béisbol cubano había  descendido, y otro se me adelantó, y a toda voz, dijo: claro que hemos perdido  calidad.
                                  Con el respeto que siempre hemos tenido de la  opinión de todos los amantes del Béisbol, permítanme disentir. Durante los  entrenamientos en Cuba, en los juegos de práctica en México y en la primera  fase del Clásico, todos decían que nuestro equipo estaba muy bien. ¿Por qué  decir ahora todo lo contrario? 
                                  Miren, hay máximas del Béisbol que no han cambiado,  una de ellas: cuando hay pitcheo no hay bateo, mantiene toda la vigencia, y eso  nos sucedió a nosotros, a Estados Unidos y a Corea, a la hora buena. Perdimos  únicamente dos veces y con el campeón, como los coreanos cayeron en tres juegos  y ganaron dos.
                                  Si fuéramos a aceptar que hay un descenso en el  béisbol cubano, debemos concordar que también lo hay en el de Estados Unidos y  otros países. Pero no, me parece mucho más justo decir que Japón y Corea se han  ido delante del resto del mundo, básicamente porque sus lanzadores son  excelentes, y no uno o dos, si no, casi todos.
                                  Nuestro equipo se ratificó a nivel similar o mayor  que muchas selecciones de naciones que tienen al Béisbol como deporte nacional;  pero no podemos estar conformes, como seguramente no lo estarán en Estados  Unidos, Venezuela, Puerto Rico, México, República Dominicana, Canadá y Panamá.
                                  No sabemos que harán los otros, pero nosotros debemos  analizarlo todo, sacar las mejores conclusiones de lo que nos pueda resultar  positivo y aplicarlo de la mejor forma. Por sobre todo, tratar de fortalecer  nuestro pitcheo y en sentido general, mejorar el entrenamiento antes de las  competencias y durante ellas, porque en una temporada tan larga como la  nuestra, no debe ser tan ligera la preparación que se les aplique a los  jugadores.
                                  Los peloteros de todos los equipos japoneses  entrenan a diario y pudiéramos decir, que durante los 365 días del año. ¡Qué no  le quepa duda a nadie: en el trabajo está la clave del éxito!