Minoska Cadalso Navarro
Corresponsal de Radio Rebelde
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Villa Clara se tiñó de naranja el Guillermón Moncada
16 de Mayo de 2009, 10:40 a.m

Santa Clara, Cuba.- Los voladores sonaron en Santa Clara y sus 13 municipios y la alegría inundó los hogares villaclareños cuando al filo de las 11 y 30 de la noche el equipo que representa a la más central de las provincias cubanas derrotaba y por lechada al mismísimo campeón de la pelota nacional, Santiago de Cuba.

Cuentan que en el hogar de Freddy Asiel, allá en Sierra Morena, al norte de la provincia, prácticamente no se durmió y es que este jovencito de solo 19 años, demostró que su arsenal de recursos es poderoso, y dejó claro que cuando hay pitcheo, ni la ofensiva indómita puede anotar a su antojo.

Para la mayoría, la novena que comanda el estelar ex segunda base de la selección nacional Antonio Pacheco debió imponerse a lo sumo en cinco juegos; sin embargo, como dice el refrán: la pelota es redonda y viene en caja cuadrada, y eso mismo le hicieron los discípulos de Eduardo Martín Saura, cuadrársele en el camino a los actuales monarcas de la pelota cubana.

El reconocimiento al equipo de Villa Clara, quien llegó a esta play off de la 48 Serie Nacional de Béisbol con una novena disminuida sobre todo por las lesiones de algunos de sus estelares como Ariel Pestano, reincorporado en los últimos juegos, además del estelar torpedero Eduardo Pared y las salidas definitivas de Luis Borroto y Yoandri Ruíz. Especial destaque para los más jóvenes que sin la experiencia de los grandes se comportaron en el terreno como consagrados.

El respeto y el cariño del pueblo y el equipo de pelota Villa Clara para los santiagueros que como siempre estuvieron combatiendo hasta el último out y le imprimieron alegría y color a esta serie de play off.

Anoche, aunque los pronósticos se inclinaban a favor de los orientales, la selección del centro de país, heredera de la garra y la combatividad en el terreno de los equipos azucareros del siglo pasado, salieron a vender caro su jugo en la tierra caliente. ¡Felicidades villaclareños!