Mireya Ojeda Cabrera
Corresponsal de Rebelde
Retirado lanzador cienfueguero Adiel Palma
9 de Febrero
del 2009 10:25 a.m.
Cienfuegos, Cuba.- La noche del sábado 7 de febrero quedará en la memoria del estelar lanzador de esta ciudad, Adiel Palma López despedido oficialmente de la vida activa en el béisbol por el pueblo cienfueguero y por las máximas autoridades de la provincia mediante una bella ceremonia que aconteció en el estadio 5 de Septiembre de esta ciudad del centro sur.
En una fiesta beisbolera se convirtió la despedida por el retiro, con el sano orgullo del zurdo, de 38 años de edad seguido de la nutrida afición y quien recibió el reconocimiento del Primer Secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Monteagudo, del Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Rolando Díaz González y del Vicepresidente Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación Antonio López
Peloteros, amigos y familiares dieron la mano al lanzador de la bola en más de 400 juegos, ganador de unos 140 partidos y sobrepasó la cifra de mil 800 bateadores ponchados; al mulato de más de 90 kilogramos de peso y 1,88 metros de altura, quien confesó que su vida activa como abridor o relevista identificado con el No. 16 entre los peloteros cienfuegueros, no la olvidará jamás, y con el más reciente juego de Beijing en la memoria.
Guarda con amor los Títulos Centroamericano, Panamericano, Intercontinental, Mundial y Olímpico y sus experiencias las transmitirá a las nuevas generaciones mediante los entrenamientos en pitcheo y en todo lo relacionado con el béisbol, porque la salud No le permite ahora desempeñarse como en otros tiempos.
Lo vimos en medio del terreno rodeado de quienes lo quieren bien, con la emoción de aplausos y voces de los aficionados. Le acompañaban la esposa y los dos hijos Adiel y Maicel enamorados también del béisbol. El más chico de sólo 5 años dice que quiere ser receptor y Adiel, de 10 ya en la categoría escolar lanza en primera base. Ahí está el relevo de Palma, el hombre que con el pitcheo hizo vibrar a los amantes del juego de pelota, el favorito de los cubanos.
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