Camagüey quiere salir del sótano
Jorge Alfonso
Colaborador de Rebelde
20 de Noviembre de 2008, 3:00 p.m.
La Habana, Cuba.- Basta echar una breve mirada a la nómina presentada por este equipo el pasado campeonato y la presente, para comprender que cuando la renovación se atrasa, por una razón u otra, la realidad de terreno impone un precio caro
A lo largo de tres décadas completas, sin tratarse de una provincia con resultados sobresalientes, pues solo pudieron discutir el gallardete en par de ocasiones, sus representantes ofrecían pelea desde el principio hasta el final de la contienda.
Un año atrás, un sinfín de dificultades, entre ellas, deficiente trabajo en las categorías inferiores, retardaron el desarrollo del posible relevo y alcanzaron discreto balance de 35-55 para finalizar a 26 juegos completos separados del líder Santiago de Cuba en la zona oriental.
La situación de cara a la próxima temporada será bastante parecida, sobre todo por el traslado del joven receptor Yenier Bello hacia Sancti Spíritus, lo cual deja una brecha difícil de cerrar en corto plazo.
Imaginen que entre los tres muchachos, encargados de garantizar el trabajo detrás del plato, acumulan 132 turnos al plato con 20 indiscutibles, o sea que ni siquiera llegan a los 40 partidos jugados.
El pitcheo dependerá en lo fundamental de los veteranos Luis Campillo (15 temporadas) y Vicyohandri Odelín (10), quienes en la campaña anterior tampoco registraron aportes sustanciales a la causa.
El cuanto al ataque llevará la voz cantante el jardinero Leslie Anderson, quien sería secundado por el prometedor jugador de Adalberto Ibarra, único camagüeyano capaz de finalizar entre los diez mejores en el promedio ofensivo (314-114-363.
Las aspiraciones del conjunto estarán concentradas en abandonar la precaria custodia del sótano en el territorio y ganar como mínimo 40 choques en la etapa clasificatoria. |