Es el pelotero cubano con mayor cantidad de jonrones conectados

Conocido por los aficionados cubanos como el Tambor mayor, debido a la indiscutible fortaleza de sus batazos, marcó toda una época en la historia del béisbol cubano en cualquier tiempo.  
                          
Kinde, así también lo llaman sus paisanos santiagueros, acumuló en 21 series nacionales un gran total de 487 cuadrangulares en 6 588 turnos al plato para promediar uno por cada  13,56 comparecencias oficiales.

Sin embargo, cuando adicionamos las conexiones del indómito en los certámenes internacionales, como cuarto bate del seleccionado nacional a lo largo de () años el total se eleva a 581 y la frecuencia disminuye a 12.51 en 7 214 comparencias.

Otro tanto sucede en el renglón de las carreras impulsadas con 1 511 hombres llevados a la goma por incogibles de diferentes dimensiones, de los cuales 853 fueron extrabases (330 dobletes, 36 triples, además de las ya citadas conexiones de vuelta completa).

En tal sentido, al sumar también los hombres enviados hacia el plato, la cifra recoge 1 789 y el promedio de impulsadas por veces al bate refleja una por cada 4.03, otro elemento que lo ratifica como el mejor toletero del patio en cualquier época.

Las hazañas de Orestes Kindelán, dentro y fuera de casa, pusieron de pie a los presentes en los graderíos de muchos parques beisboleros, aunque de manera especial en su querido Guillermón Moncada, donde supo enviar 249 batazos más allá de los límites de ese terreno.

Nacido en el municipio santiaguero de Palma Soriano, 7 de enero de 1964, en el mismo terruño de los estelares Ana Fidelia Quirot y de su yunta en las buenas y en las malas, Antonio Pacheco, desde pequeño destacó por la fortaleza física.

El propio Pacheco, profundo conocedor de las cualidades del Kinde, en modo alguno escatima palabras a la hora de hablar sobre las virtudes de su amigo del alma y hasta hoy siguen similar trayectoria

Relata el Capitán de capitanes, que al recibir la responsabilidad de dirigir el equipo de Santiago de Cuba para la XLIV Serie Nacional, la principal condición que puso fue la de tener a su lado a Kindelán en la responsabilidad del bateo
La conquista de tres títulos y una segunda posición en cuatro temporadas constituyen avales suficientes al asegurar que el tandem funciona de maravillas, sobre todo en la pasada contienda, cuando la ofensiva del conjunto desbordó expectativas y los lanzadores adversarios pagaron los platos rotos.

Omar Linares (tercero en la alineación), Kindelán (cuarto) y Antonio Pacheco (quinto), formaron el mejor trío ofensivo que conocieron los seguidores del béisbol aficionado a nivel mundial.
La despedida de Orestes Kindelán de los escenarios competitivos nacionales e internacionales dejó un profundo vacío en la nómina del seleccionado, porque, a no dudarlo, bateadores como él no aparecen todos los días.