Como una reacción natural en cadena, la resistencia al plan israelí de expropiación fue cobrando fuerza en los albores de la primavera de 1976 en los territorios ocupados. La represión del ejército y de la policía sionistas, provocó muertes otra vez entre la gente desarmada. Unas cien personas resultaron heridas, y muchas más fueron detenidas.
El 30 de marzo devino desde entonces Día de la Tierra Palestina. Es una conmemoración que no se circunscribe a las fronteras de la emoción de un pueblo herido. La jornada supone recordar a los caídos, detener la colonización sobre cada palmo de la heredad histórica, y salvaguardar una identidad que el crimen y políticas contraculturales no han podido desmontar.
El embajador del Estado de Palestina en Cuba, el doctor Akram Samhan, sostuvo que la fecha define la lucha aún vigente de sus compatriotas contra una política de voracidad permanente por parte del gobierno de Israel.
En audio, las declaraciones del embajador:
Akram Samhan reiteró el agradecimiento de su pueblo a la histórica solidaridad de Cuba con la causa palestina, ante la brutal ocupación sionista, el humillante robo de sus tierras, y la cruel privación de sus fuentes abastecedoras de agua.
En sus intervenciones sobre el tema, el Embajador del Estado de Palestina en Cuba, siempre ha defendido el derecho de su pueblo a vivir en paz en la tierra de sus ancestros, y a ser reconocido como miembro pleno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como se reclama en resoluciones aprobadas por la Asamblea General del más grande mecanismo de concertación mundial.
Las protestas de cada 30 de marzo por el Día de la Tierra Palestina, por el derecho de retorno de los refugiados, y contra la restricción de movimiento y el muro de separación en Cisjordania, son regularmente reprimidas con el consiguiente saldo de muertos a manos de efectivos y de francotiradores israelíes.