Historia viva |
Encontré el camino
Oscar Alcalde |
Conocí a Fidel en una visita que hizo junto con un amigo mío al laboratorio del que era uno de los dueños a finales de 1952. Aquella fue una entrevista de sondeo.
Después del golpe del 10 de marzo yo no encontraba ningún camino. En estas entrevistas lo fui encontrando.
Al poco tiempo de haber conocido a Fidel fui participando en las actividades revolucionarias que él lidereaba. Me fui integrando paulatinamente. Un día, después que la policía hizo un registro en la casa de Abel y de Haydee, se llevó un mimeógrafo al laboratorio. El periódico se llamaba El Acusador. No pasó mucho sin que la policía rastreara las huellas y fuera allí, pero no encontraron nada.
Los vínculos con Fidel fueron haciéndose cada vez más estrechos, al punto que la cuenta bancaria del laboratorio comenzó a utilizarse para efectuar transferencias bancarias a nombre de Renato Guitart, radicado en Santiago de Cuba, y con las que sufragaba los gastos de las actividades revolucionarias.
Así, casi imperceptiblemente, llegué a responsabilizarme con las operaciones financieras del movimiento revolucionario que se gestaba.
También se emplearon cajas con el rótulo del laboratorio para el traslado de las armas a Santiago.
Como soy contador, por aquel entonces trabajaba como Inspector de Utilidades del Ministerio de Hacienda, además de mis responsabilidades en el laboratorio. Fue así como me serví de mis relaciones para uno de los objetivos más importantes de aquel momento: preparar a nuestros hombres en el manejo de las armas. Fue así que me hice socio del Club de Cazadores del Cerro, y en cada ocasión que iba llevaba un grupo diferente de compañeros. No despertábamos sospechas a causa del propio cargo que ocupaba.
El día 24 de julio salimos en una máquina alquilada, Almeida, Mestre, dos compañeros más y yo. Al llegar a Santiago me hospedé en el Hotel Rex. Recuerdo que esa noche comí suculentamente. Tal vez porque pensaba que sería la última vez que lo haría.
Del hotel Rex nos trasladamos a la finca Siboney. Di varios viajes para recoger a otros compañeros. Ya en la finca todos, se ultimaron los preparativos.
De la finca salí con el grupo de Fidel que participó en el ataque y toma de la posta tres.
(Revista Verde Olivo, 26 de julio de 1964) |