Cuba pertenece al Caribe, pero a veces desconocemos cuánto existe del Caribe en la Isla. Cuando compartimos de cultura cubana, por lo general, nos referimos a la gran influencia de España y del continente africano. Sin embargo, hay un momento en la historia, en el que la mayor de Las Antillas, debido a su crecimiento económico, se convirtió en el centro de atención de esta zona, por la que hubo una migración de todos los países anglófonos.
Todos trajeron sus costumbres, sus ritmos musicales, su comida, su ideosincracia. Cuando se comparte sobre el tema con algunas personas, de manera inmediata, resuelven con crear prejuicios y manifestar de un modo implícito el racismo. Pero ignoran algo, que ellos también son parte de una mezcla interna y, con gran influencia, de las culturas europeas, las semíticas y las asiáticas.
¿Existen descendientes de estos países en Cuba en la actualidad? ¿Mantiene sus constumbres o se han perdido?
Primero, debes conocer de qué países estamos compartiendo. Se trata de Antigua, Anguila, Aruba, Barbados, Belice, Bermudas, Granada, Grand Cayman, Haití, Jamaica, Martinica, Montserrat, Puerto Rico, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, y Trinidad & Tobago.
Y la respuesta es sí. Sí existen descendientes de estos países, pero la mayoría de ellos se encuentran en el oriente de Cuba, donde se asentaron por los años 30 del siglo XX. Algunos de ellos comentan que sus familias arribaron a la Isla, en busca de nuevas oportunidades económicas, teniendo en cuenta que en esa época estaba el crecimiento de los centrales azucareros, la construcción de la base naval de Guantánamo. Ellos resultaban una mano de obra muy barata. Otros confiesan que simplemente veían venir a Cuba como dar un paseo, pero decidieron no regresar por varias razones.
Algunos descendientes mantienen sus raíces y respetan todas sus costumbres, como es el caso de lo que podemos apreciar en el Central Baraguá de la provincia de Ciego de Avila. En el lugar, existe un asentamiento de estos países anglófonos. Es importante destacar que ellos no solo hacen lo posible para no perder su esencia, sino que esta llegó para fusionarse con la nuestra y así sumar valores a nuestra cultura.
Una de las descendientes de jamaicanos, Clara Cecilia Gay Osbourne, nos cuenta si se mantienen o no las costumbres de Jamaica, si las celebraciones son significativas y qué aportes ha hecho esta cultura a la nuestra. Aquí compartimos esta propuesta sonora con usted.
Un gran reto, no dejar que se pierda la fusión
Un gran reto para cada descendiente de estos países es que exista una transferencia de generación en generación de su cultura, porque son ellos los embajadores de cada nación caribeña. Pero también es necesario que se multipliquen los saberes, pues nos enriquecen y nos aportan.
A veces, no sabemos el por qué de determinados comportamientos sociales entre los cubanos, y por qué consumimos algunos alimentos. El resumen de todo es la mezcla la transculturación que tenemos de estos países anglófonos. Sobre el tema, tenemos lagunas de conocimiento; de ahí la importancia de estudiar y abordarlo.
En La Habana, existe la Asociación Caribeña de Cuba. Sus orígenes se remontan al año 1928, cuando comenzaron a llegar los primeros inmigrantes caribeños a la isla. En sus inicios, en el año 1846, se se estableció oficialmente, bajo el nombre de Asociación Británico-Antillana, auspiciada por la Embajada Británica acreditada en la capital.
Pero fue en 1978, pasó a denominarse Asociación Caribeña de Cuba, nombre con el cual es conocida nacional e internacionalmente. Entre sus objetivos, se encuentra continuar trabajando en la incorporación de residentes y descendientes caribeños en el país, porque sin dudas Cuba forma parte del Caribe, pero el Caribe también vive en Cuba.
(Redactado por Alhija Villalón)