La historia y la hermandad entre dos pueblos guiaron los últimos pasos en Caracas del equipo Agricultores, representante cubano en la Serie del Caribe 2023. Hasta el Cuartel de la Montaña los llevó el respeto a Venezuela, para allí, rendir honores a la Revolución Bolivariana y a su líder, el eterno Hugo Chávez.
En el Mausoleo que guarda los restos del mejor amigo de Cuba, los peloteros conocieron de los disparos de cañón y las campanadas que se le dedican, cada día, al Comandante Supremo de Venezuela; del edificio que sirviera como atalaya del levantamiento militar que Chávez encabezara, el 4 de febrero de 1992; del museo, la capilla y la galería de arte que le inmortalizan; y de la llama eterna, que no deja morir su recuerdo.
Asimismo, presenciaron la conmovedora ceremonia del cambio de guardia de honor que, cada 2 horas, ocurre en el recinto. El eco de voces, la punzante sonoridad de una trompeta, la belleza y toda la simbología que encierra este sitio sagrado de la Patria Grande, conmovió el alma cubana de los Agricultores.
Guillermo Avilés, primera base y bateador designado del equipo cubano dijo haber cumplido un anhelo de mucho tiempo al visitar la tumba de Chávez. «Todo aquí impresiona. Me voy orgulloso de haber estado aquí y, por ejemplo, haber visto pertenencias de la niñez del Comandante venezolano y el lugar donde descansa, tan sagrado como el del Comandante en Jefe Fidel, en Santiago de Cuba».
Carlos Martí, mánager de los Agricultores, también lució emocionado. «Uno quisiera que Chávez siguiera vivo, pero de igual manera, agradece la oportunidad de sentirlo cerca, otra vez. Estar en su presencia te llena de emociones».
Tras su paso por el Cuartel de la Montaña y por los terrenos beisboleros de la Serie del Caribe, los Agricultores de Cuba partieron de Venezuela con sentimientos encontrados. Más allá del desenlace deportivo, la tierra bolivariana dejó en ellos una bonita huella.
Avilés y Martí confesaron llevarse el amor de Venezuela.
Agradecemos a todos los venezolanos y cubanos que nos apoyaron durante el torneo. El resultado no fue bueno, pero ellos nunca dejaron de creer en nosotros y de manifestarnos su cariño. Nos sentimos como en Cuba.
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