Caracas, Venezuela.-Para los más pesimistas, la juventud es un defecto que se corrige con el tiempo. Para los más soñadores, ser joven se resume en no tener frenos, en nunca perder el impulso.
Por suerte, la Misión Médica Cubana en Venezuela se cuenta entre los esfuerzos que nutren esos que se conmueven ante cualquier injusticia, esos que hacen de cada día una Revolución. Así, una Misión joven impulsa la salud de 2 países y el orgullo una sola Patria.
El doctor José Antonio Machado Reyes, jefe de la Misión Médica Cubana en Venezuela, confirma que el promedio de edad de sus colaboradores es apenas de 31 años, lo que ubica a los jóvenes como su pilar fundamental.
“Están en el centro de todos los procesos. Son el grueso de nuestros médicos y enfermeros, pero son los coordinadores de los CDI, los responsables de la docencia. Están en misiones dentro de la Misión, como es el trabajo en estados distantes y fronterizos, como Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, Zulia y Táchira. Son los que ponen, día a día, en riesgo su vida para darle atención al pueblo venezolano.”
Rostros jóvenes se asoman por toda la geografía venezolana, vistiendo la bata blanca de la solidaridad. Desde las grandes ciudades, los llanos interminables o los inhóspitos sitios de la montaña, la juventud cubana trabaja, sin frenos, por la vida.
“No se puede resumir en palabras el agradecimiento y el orgullo que sentimos hacia nuestros jóvenes, por lo que garantizan para la Misión y para la Patria. Puedo asegurar que, con ellos, está segura la tarea y el futuro de la colaboración médica cubana en Venezuela.”
La juventud inunda, para bien, a la Misión Médica Cubana en Venezuela. Así, no queda espacio para el pesimismo, y sí para la revolución constante y la confianza en el éxito, porque es de jóvenes triunfar.
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