Según el investigador e historiador Oscar Luis López, las distintas empresas independientes de televisión que surgieron tras la primera conquista del aire por parte de Gaspar Pumarejo y su canal Unión Radio Televisión, algunas empresas independientes tuvieron sucesivos fracasos económicos.
En realidad lo que sucedió fue que el monopolio de los hermanos Goar y Abel Mestre se quedó con el control de los tres canales de televisión que en sus inicios existieron en Cuba.
Amadeo Barletta, un italiano millonario y especulador, rivalizó en materia de negocios con los Mestre.
Esos hermanos le arrebataron al italiano Barletta el siempre jugoso negocio de la importación de automóviles, al lograr dividir la representación en Cuba de la General Motors.
En represalia, el millonario Barletta hizo una fuerte inversión en el Canal 2 de la Televisión que luego contrató a Pumarejo para la realización una serie de programas que representaron una fuerte competencia para los hermanos de Radio Centro.