Hilia Tamayo Batista
Periodista de Radio Rebelde
Acueducto de Albear declarado Monumento Nacional
10 de Enero de 2009, 10:30 a.m.
La Habana, Cuba.-El Acueducto de La Habana, una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana será declarado oficialmente como Monumento Nacional el próximo 11 de enero, día del natalicio del artífice de la obra Francisco de Albear.
La Jornada también servirá para entregar el premio vida y obra de las ingenierías 2009 a 15 destacados profesionales de todo el país.
A más de un siglo de su existencia, el acueducto abastece de agua potable al 15 por ciento de la población de la capital.
Francisco de Albear como autor del acueducto y del proyecto en sí mismo utilizó un diseño tecnológico genial, donde se conjugaron armónicamente los recursos económicos, los elementos estéticos y ecológicos, y los fundamentos sanitarios, éticos y legales en beneficio de la comunidad.
Durante el período que duró su ejecución, iniciada en 1858 y terminada 1893, años después de la muerte de su creador. El proyecto fue considerado en su época como una de las más brillantes realizaciones de la ingeniería de su tiempo a escala mundial.
El acueducto de Albear recibió Medalla de Oro en la Exposición Universal de París en 1878, donde fue considerado como una obra maestra de la ingeniería, y es valorado en la actualidad como una de las siete maravillas de la Ingeniería cubana de todos los tiempos.
La historia del acueducto de Albear es la historia de la maestría profesional, la tenacidad, la honradez y el desinterés de un hombre, que merece ser el paradigma de los ingenieros cubanos. Criollo por excelencia, que vio la luz en el Castillo del Morro en 1816, de madre y padre también nacidos en Cuba, no obstante haber alcanzado el grado de Brigadier del Ejército español, nunca alzó su espada en contra del su pueblo.
Su obra cumbre es sin duda el acueducto que lleva su nombre, pero su presencia profesional esta en numerosas construcciones y proyectos en que intervino durante su fecunda vida. Carreteras, puentes, muelles, edificios, estudios de alternativa entre una carretera y un ferrocarril central, fueron esencia de su ocupación, siempre basándose en los mejores criterios técnicos y los más sólidos análisis económicos.
El trabajo de Albear se distinguió por su actualización permanente con respecto a las técnicas más modernas y efectivas en cada caso.
El proyecto en cuestión consistió en captar las aguas de un gran número de manantiales que brotaban en las cercanías de un lugar conocido como Vento, siendo así el primer sistema en la Isla que tomó sus aguas del manto freático por medio de pozos.
Para lograrlo, Albear recorrió paso a paso la cuenca hidrográfica, hizo un perfecto levantamiento topográfico e ideó este sistema que funciona solo por la fuerza de gravedad.
A la realización de su acueducto, Francisco de Albear dedicó 37 años. Cuentan también que el ingeniero trabajaba hasta el agotamiento, y a pie de obra contrajo el paludismo que le causó la muerte y le impidió ver terminada su más trascendental obra. |