La Habana, Cuba.- Pareciera una reiteración y una duda innecesarias, porque el enclave militar colonial de San Carlos de La Cabaña, donde se presumió el nacimiento de José Martí, y la conocida casita de la calle Paula, en La Habana Vieja, en que tuvo lugar, donde está su museo natal, se hallan en la misma provincia cubana y separados apenas por poco más de un kilómetro. Pero un detalle tan significativo como precisar donde vio la luz por primera vez el Héroe Nacional de Cuba y pensador americano avanzado, y organizador de la guerra necesaria contra el dominio español en el siglo XIX, bien merece una aclaración.

La conmemoración del 24 de febrero de 1895, inicio de esta tercera guerra cubana por la independencia, recuerda a muchos cubanos y principalmente a los investigadores y conservadores de su Casa Natal, en la calle Paula, esta vieja polémica que subsistió hasta hace muy poco, cuando gracias a los escritores nacionales Adis Cupull y Froilán González apareció en Segovia, España, el expediente militar de don Mariano Martí, padre del Apóstol, sin que se encontrara dato alguno de que Leonor Pérez, su madre, tuviera algún alumbramiento en esa fortaleza hispana, en los tiempos de la colonia.

El dilema de dónde nació quien sería un preclaro intelectual y patriota, se inició en la medianía del siglo pasado, cuando el martiano Gonzalo de Quesada y Miranda, en una de las ediciones de su Martí hombre aludió a una información de don Mariano, de que su amado hijo no había nacido en la casa de Paula, sino en un barracón de La Cabaña. Se creó entonces una comisión de ilustres historiadores y personalidades públicas, quienes luego de estudiar la información disponible en Cuba concluyeron que el sensible asunto se debía a una falsa especulación, lo que se difundió en todo el país. 

En las recientes investigaciones de Adis Cupull y Froilán González, cuyos resultados  aparecieron en la edición del 2007 de su libro Creciente agonía, de autoría conjunta, se supo del expediente del progenitor de José Martí, una copia del cual fue donado a la Casa Natal, hoy también una activa institución cultural. Ciertamente existe un acápite en ese documento, donde se comprueba que don Mariano mandó a certificar el nacimiento de sus dos primeros hijos José y Leonor en la susodicha fortaleza habanera, pero no se logró hallar ninguna prueba adicional, ni se conoce de otro elemento comprobatorio.

Incluso al pie de tal documento existe una definitoria leyenda que dice textual “No hay nada”, lo que casi resulta concluyente. Los dos escritores, no obstante, escudriñaron en los legajos guardados en la fortaleza, en Cuba, y tampoco detectaron evidencias que prueben lo contrario de lo expresado en 1898 por la madre de Pepe Martí, en la casa de la calle Paula como luego llamaron al insigne patriota, cuando señaló el lugar exacto del alumbramiento de quien concibió el Partido Revolucionario Cubano y el alzamiento del 24 de febrero de 1895.