La Habana, Cuba.- La oriental ciudad de Santiago de Cuba posee varios elementos emblemáticos que la distinguen del resto de las ciudades cubanas: historia y cultura propias que enorgullecen y dan sentido de pertenencia a los habitantes de esta localidad situada a unos 960 kilómetros de La Habana.

Entre sus símbolos culturales está el Carnaval, diferente al del resto del país, porque su soporte musical es único: la conga (femenino de congo).

Ese ritmo tiene su paradigma en la nacida hace más de un siglo en el barrio santiaguero de Los Hoyos, que tiene bajo su responsabilidad, por su calidad y por ser la primera de su tipo, clausurar los festejos carnavalescos del mes de julio, en los que la alta temperatura te hace mover los pies con el chan chan del pegajoso ritmo atado a una botella de cerveza o de ron, siempre lo más fría que se pueda imaginar.

En Cuba existen varias agrupaciones de conga, un ritmo pegajoso en el que se imponen los cueros de los tambores y los metales. Pero, y en esto hay coincidencia absoluta entre los musicólogos nacionales y foráneos: la conga de Los Hoyos sienta cátedra en la música folclórica y tradicional.

Los Hoyos, uno de los lugares más populares y antiguos, era asentamiento del grueso de la población negra y mestiza de Santiago de Cuba y recibió el influjo de los emigrantes franco-haitianos.

Aún cuando tiene más o menos similar instrumentación al resto de las agrupaciones congueras de Santiago, e incluso de otras provincias, la conga de Los Hoyos posee un ritmo único e inconfundible.

Este grupo musical nació en 1900 cuando bajo el nombre de El Cocoyé salió a la calle en la populosa barriada de Los Hoyos, situada en la parte baja de la ciudad de Santiago de Cuba.

Este ritmo oriental de raíces africanas se toca actualmente con instrumentos típicos: tres congas, que son tamboras bimembranófonas (pilón y dos redoblantes o galletas), el cuarto es el requinto, y detrás le sirven como complemento, hasta 10 bogues o tambores membranófonos. El quinto tiene gran importancia en la sonoridad del grupo, porque le da entrada al toque contagioso de la conga, que es particularmente excelente en el caso de "Los Hoyos".

A la percusión le continúan tres campanas metálicas seleccionadas por sonoridades especiales (tamboras de automóviles desechadas). La presencia de la corneta china es trascendente, porque es el único instrumento de viento.

Tanto es así, que lo primero que usted escucha, como un llamado a la diversión y la fiesta es el conocido sonido de la corneta china, insertada en las congas santiagueras en 1916.

Sus instrumentos iniciales fueron una conga pilón, bocúes, un cencerro y un güiro.

Con el paso del tiempo se acompañaron con dos congas redoblantes y sustituyeron el cencerro y el güiro por las campanas.

En el mismo lugar donde se fundó se sigue presentado Los Hoyos. Las calles del barrio están de fiesta las noches y los fines de semana, aún cuando su sede de ensayos en el paseo Martí y la calle Moncada. Los ensayos atraen a cientos de personas que aprovechan para bailar calle arriba y calle abajo. "Hasta Santiago a pie" (desde La Habana, es una de las más populares congas, pues con este arrastrador ritmo se pueden caminar kilómetros y kilómetros detrás de la banda de los músicos).

Integrada por 30 músicos, durante los Carnavales la banda sirve de apoyo a las llamadas comparsas del barrio de Los Hoyos, conformada por bailarines que representan mediante la danza y la coreografía diferentes mensajes de la sociedad.

Considerada única en su género, la conga de Los Hoyos, ha representado a Cuba en eventos y festejos folclóricos en Guyana Francesa, México y República Dominicana, y Francia, entre otros países.

Por eso, cuando usted vaya a Santiago y oiga que gritan "Abre, que ahí viene el Cocoyé", póngase unos zapatos cómodos, si son sandalias de madera, (que allá se llaman cutara, mejor, pues se deslizan más fácil por el asfalto, colóquese una toalla en el hombro o en la cabeza (para protegerse del calor y secarse el sudor) y dispóngase a convertirse en un ser humano mejor y más feliz.